
Por Katherinne Díaz Pérez
En un artículo anterior, nos referimos a cómo Estados Unidos conforma un entorno en los países más afectados con el Ébola para facilitar sus operaciones, por supuesto, no exclusivas de salud. Abordamos cómo Washington, oportunamente, se aprovecha de una enfermedad que ha provocado, según la Unicef, cerca de tres mil 700 niños huérfanos a causa del virus; para hacer cumplir sus intereses expansionistas.
Estas sospechas, además de las expuestas como decía en un texto anterior, se originan también por el detalle de que el mayor general Darryl A. Williams ha sido el hombre nombrado para que lleve a cabo las operaciones en el continente africano.
Este oficial, además de tener experiencia en misiones relacionadas con el ámbito de la salud, fue Inspector General Asistente para la protección y traslado de efectivos, desde el que dirigió los programas orientados al bienestar de soldados que regresan de las guerras; ocupó diferentes cargos de jefatura en Alemania y en la República de Corea; participó en las operaciones Escudo del Desierto y Tormenta del Desierto en la Guerra del Golfo contra Irak (1991); y, años más tarde, lo enviaron hacia esa misma nación para que participara en la Operación Libertad Iraquí (2003).
El mayor general Williams, adicionalmente, ostenta tres maestrías: una, en Arte y Ciencia Militar; otra en Seguridad Nacional y Estudios Estratégicos; y, una muy interesante en desarrollo de Liderazgo en la Academia Militar de los Estados Unidos. Con tal preparación no es de asombrar que bajo la administración de Bill Clinton se desempeñara como su ayudante para asuntos del Ejército de 1998 al 2000.
Con una insignia de servicio presidencial y varias medallas y condecoraciones, este jefe militar desde junio pasado había sido designado para dirigir el Comando del Ejército de EE.UU. en África y ahora se dedicará a combatir el Ébola y “otras tareas relacionadas” desde el puesto de mando.¹
Entonces, ¿no les parece que la intromisión de la USAID, los conocimientos en liderazgo de Darryl Williams, la aprobación de Naciones Unidas para la participación norteamericana en el control del virus y hasta la felicitación de la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, a su homólogo estadounidense por apoyar militarmente la lucha contra el Ébola en su país, conforman un ambiente demasiado cómodo para que la Casa Blanca desaproveche su estancia? De seguro, no perderán tiempo.
Hay que tener en cuenta, también, que en la actualidad la ayuda estadounidense hacia Liberia, según el Departamento de Estado de Washington, se centra “casualmente”, entre otras cuestiones, en la profesionalización de las fuerzas de seguridad militares y civiles, en la consolidación de la “democracia”, la mejoría del acceso a los servicios educativos y de salud de alta calidad, la respuesta al problema de tráfico de estupefacientes en África Occidental, y la ayuda para planificar, implementar y mantener sus propios esfuerzos de desarrollo de cada sector.²
Lo anterior no es más que parte de una estrategia que desde Washington se intenta implementar en África. Y es que existen varias razones para que el gobierno de Estados Unidos priorice y asegure su permanencia en la región.
De acuerdo con un análisis del Brookings Africa Growth Initiative hay cinco motivos que refuerzan esta tesis. Ello son: el tema de la “seguridad nacional” por tener África condiciones favorables para la acogida de redes de criminales y terroristas; la preocupante presencia de China en el continente; las posibles relaciones económicas y comerciales entre Estados Unidos y la región africana, sobre todo en temas de energía; y la asistencia para el desarrollo de las naciones africanas en cuestiones humanitarias, sociales, políticas y económicas. Todo ello se debe a que últimamente han calificado al continente de “prometedor” y “próspero”.³
De modo que Barack Obama, en su discurso desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, Georgia, ha concluido: “Muchas gracias a todo el equipo que ya está haciendo este trabajo”. “Por favor, sepan que tienen a su presidente y comandante en jefe detrás de todo este trabajo”. Sí, respaldando los asuntos secretos que Washington oculta detrás de la “ayuda” militarizada contra el Ébola en África Occidental, pues ya lo sabemos, el virus es solo un pretexto.
Referencias
1 Ver Major General Darryl A. Williams, Commander, U.S. Army Africa, biografía publicada en el sitio web del Ejército del Comando de África, disponible en http://www.usaraf.army.mil/documents_pdf/BIOS/Williams.pdf
2 Ver U.S. Relations With Liberia, Bureau of African Affairs, Fact Sheet, 26 de julio de 2013, disponible en http://www.state.gov/r/pa/ei/bgn/6618.htm/
3 Ver Top Five Reasons Why Africa Should Be a Priority for the United States Top Five Reasons Why Africa Should Be a Priority for the United States de John P. Banks, George Ingram, Mwangi Kimenyi, Steven Rocker, Witney Schneidman, Yun Sun, Lesley Anne Warner; publicado en marzo de 2013, Brookings Africa Growth Initiative.
Fuente Cubadefensa