Por Israel Valdés Rodríguez*
Alrededor del mes de septiembre del año 1964 las organizaciones contrarrevolucionarias “Ejército de Liberación Nacional” (ELN) y “Frente Interno de Liberación” (FIL) comienzan a hacer gestiones para unificar sus fuerzas en acciones conspirativas. Es así, que los órganos de la seguridad conocen que Nemesio Cubillas Pérez, miembro del FIL, estaba preparando un plan de magnicidio contra nuestro Comandante en Jefe en la casa de la compañera Celia Sánchez, situada en calle 11 entre 10 y 12, en el Vedado.
Nemesio trabajaba como Jefe de Bombas y Obras de Servicio y había hecho extensivo su plan a otros trabajadores, que como él tenían acceso a las casas de los dirigentes e incluso añadió, que había confeccionado un croquis de la casa de Celia. Poco después se conoce que se había arrepentido de llevar a cabo el proyecto de magnicidio y que había destruido el croquis. Sin embargo algunos integrantes del grupo contrarrevolucionario persistieron en continuar con la preparación del plan macabro.
Otro de los involucrados, nombrado Lorenzo Pérez Bonachea, llegó a manifestar que había sostenido un contacto con un agente de la CIA en la ciudad de Matanzas, quien le prometió entregarle armas para la ejecución del acto terrorista. También Rolando Ortega Pérez dijo tener oculta en su casa una subametralladora Thompson, con la cual podían contar para el magnicidio. La participación de la CIA en estos hechos se pone de manifiesto, en que algunos de los involucrados, se dedicaban a la obtención de informaciones de inteligencia. Es de destacar, que en reunión que celebraron algunos de estos elementos en julio del propio año, plantearon discutir y firmar un documento que los comprometiera a aceptar y cumplir todas las órdenes que le diera la CIA.
Durante el proceso investigativo se pudo establecer, que este grupo contrarrevolucionario mantenía sólidos nexos de colaboración con la organización contrarrevolucionaria Ejército de Liberación Nacional (ELN) la que mantenía vínculos con la CIA. Este último elemento informativo, unido a los propósitos manifiestos de continuar preparando el plan personas, que por su perfil laboral tenían acceso a la casa de Celia, se decidió proceder a la detención de los involucrados. Después se conoció que tenían otras variantes de planes magnicidas tales como:
- Tirotear con una ametralladora calibre 7.62 mm y lanzamiento de granadas el auto del compañero Fidel cuando transitara por la calzada de Zapata, frente al Castillo del Príncipe.
- Proceder de igual manera, cuando el auto se detuviera en el semáforo de Zapata y G.
Estos proyectos estaban basados en informaciones recopiladas por ellos a través de anteriores estudios y observaciones que habían realizado de estos lugares y donde comprobaron, que eran transitados asiduamente por el líder de nuestra Revolución.
Continuará
* (San Antonio de los Baños, 1952) profesor e historiador, miembro del secretariado permanente de la Unión de Historiadores de Cuba.
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