
Por José Ramón Rodríguez Ruiz – Cuba Defensa-
Las imágenes que llegan a través de Telesur muestran banderas negras en las calles de Quito. Durante varios días se han desarrollado protestas contra el gobierno de Rafael Correa. Son pocos los manifestantes, aunque poderosos los intereses que defienden con carteles de “Fuera el dictador” o “El país es nuestro”. El panorama se asemeja demasiado a lo que hemos visto durante el último año en la cercana Venezuela; el comportamiento de los medios y otros métodos, tampoco se diferencian mucho a lo observado en la patria de Bolívar o en tierras más lejanas, como Ucrania. Nos preguntamos: ¿Habrá otras coincidencias?
El prestigioso portal Global Research es aún más directo en sus interrogantes sobre el tema. El 16 de junio, este sitio publicó un artículo titulado ¿Intenta EEUU una revolución de colores en Ecuador?1 cuyos argumentos consideramos imprescindibles para comprender los actuales sucesos en el hermano país suramericano.
Según Global Research, si Correa resulta el candidato de la Revolución Ciudadana para las elecciones de 2017, se espera que pueda ganar fácilmente. La desestabilización, la violencia y otras acciones disruptivas son las armas para intentar remplazarle. Según indica el libro Inside the Company: CIA Diary del exoficial de esta agencia Philip Agge, entre 1960 y 1963, EE.UU. derrocó a dos presidentes en Ecuador, infiltrando partidos políticos y organizaciones claves.
Seis puntos principales, enunciados por Telesur, permiten apreciar la vigencia de los métodos descritos por Agge. A continuación resumimos las ideas emitidas por el canal:
1. Este no es un levantamiento popular. Los más ricos de Ecuador son los que protestan, alrededor del dos por ciento de la población. Sus quejas sobre las medidas económicas del gobierno no son más que excusas para intentar desestabilizarlo y sustituirlo por otro que responda a sus intereses de forma exclusiva.
2. Las protestas son parte de una agenda regional de la derecha (influenciada por EE.UU.). El amplio apoyo popular de gobiernos como Venezuela y Ecuador solo puede ser degradado mediante la desestabilización y la intervención.
3. Los medios de prensa ecuatorianos controlados por las corporaciones promueven las protestas públicas, difundiendo información falsa.
4. Existen ejemplos de intentos anteriores tales como el golpe del 30 de septiembre de 2010.
5. La constitución de Ecuador (reformada por Correa) exige la redistribución de la riqueza.
6. Los opositores saben que no pueden derrotar a Correa en las urnas. En 2013 fue reelegido con el 57 por ciento de los votos.
Hemos alertado de forma reiterada sobre la recurrencia de procedimientos no convencionales para derrocar Gobiernos adversos a los intereses del imperialismo, con guiones cuyos primeros matices han comenzado a notarse ya en Ecuador. Según Telesur, los primeros síntomas de “guarimbas a la ecuatoriana”, han hecho ya su aparición en las calles de Quito.
En la actual aplicación de métodos de Guerra No Convencional (GNC), son precisamente las naciones del sur político2 las víctimas de novedosos y perfeccionados métodos de agresión. Constituye esta una forma más de perpetuación de las relaciones de dominación capitalista y un fenómeno que haya sustento en el carácter dominador e intervencionista del desarrollo científico y tecnológico a escala global, que como se ha señalado,3 demandan nuevas formas de gobernanza local y planetaria.
Ecuador es precisamente una de las naciones que promueven con mayor fuerza la creación de esas nuevas formas de gobierno y ejecución de la política que exige el mundo de hoy. La voz de Rafael Correa fue la primera en escucharse en la última Cumbre de las Américas, con verdades irrebatibles y propuestas emancipadoras. Sus esfuerzos por reformar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y su activa labor al frente de la CELAC, lo sitúan como un prestigioso líder de lo que él mismo ha denominado cambio de época y atraen sobre su patria los colimadores de la derecha privilegiada y el imperialismo.
Ecuador y demás países del ALBA pertenecemos a lo que se ha denominado la “periferia”. Constituimos sociedades transicionales, de sujetos plurales, excolonizados,4 cuyo reto fundamental es seguir construyendo nuestro futuro bajo el asedio de quienes ven en nuestra independencia los capitales perdidos y en nuestro ejemplo, el peligro de la emancipación global.
En los últimos años, varias naciones de Nuestra América han sido objeto de agresiones no convencionales. Honduras, entonces otro miembro del ALBA, sufrió un golpe de estado en 2009; Paraguay también (2012); Argentina vive asediada por la agresión económica y mediática, Brasil ha experimentado inestabilidad interna; Venezuela ha llevado la peor parte, sufriendo hasta 43 muertos en el último embate de la oposición apátrida desde febrero del pasado año, y ahora Ecuador revive los horrores de la conspiración, como ya experimentó en 2010.
Para poder pensar en nuevas formas de gobernanza a escala planetaria, en este contexto en que las relaciones de dominación han cambiado sus formas, y donde también han cambiado la ciencia, la tecnología y las relaciones sociales, haciéndose efectivamente globales; ocuparse de la creación de formas de gobierno como opciones contra hegemónicas5, implicará en primera instancia, identificar y derrotar los métodos del poder hegemónico para perpetuarse y asegurar su dominio sobre los pueblos del Sur. La GNC es uno de los primeros métodos en esa lista.
La llamada Ley de Redistribución de la Riqueza6 no afecta las fortunas millonarias de una minoría poderosa en Ecuador, pero se aviene como pretexto a la pretensión de insuflar la inestabilidad en la patria de Eloy Alfaro, para derrocar a un gobierno molesto.
La ruta de la GNC, que cobró nuevos bríos con la Primavera Árabe, insiste nuevamente en avanzar en Nuestra América bajo los mismos esquemas. Por un lado se pretende un movimiento de oposición, desobediencia civil, protestas, las fuerzas sustitutas necesarias; por otro se envía dinero a través de agencias y organizaciones preocupadas por la “democracia”. Quien tenga dudas puede ver los gastos de la National Endowment for Democracy (NED)7 en Ecuador y sacar sus propias conclusiones.
Paralelamente, la prensa y demás medios montan el show y complementan con “Actividades de Información” el entorno subversivo. Los argumentos sobran, pero va quedando claro el panorama. La respuesta a la pregunta de Global Research sobre si EE.UU. intenta una revolución de colores en Ecuador, es un rotundo sí. Nuevamente se intentan “primaveras”, condenadas eternas al fracaso, mientras la estación que predomine en América Latina, sea el “verano” de la unidad y la firmeza de nuestros pueblos.
Referencias:
1. http://www.globalresearch.ca/us-attempted-color-revolution-in-ecuador/5455806
2. Sur Político: Término empleado por la Doctora en Ciencias Thalia Fung Riverón en el VII Taller internacional “Hacia una nueva Ciencia Política”. Se refiere a una discreción en el plano internacional que no coincide precisamente con el sur geográfico, sino que alude a esos países del llamado Tercer Mundo, a los de abajo, a los oprimidos por quienes detentan el poder a escala internacional.
3. “El desafío de construcción de una ciencia política dialogante”, Doctor en Ciencias Carlos Jesús Delgado Díaz. Presentación en el Panel “Fundamentación filosófica de una Ciencia Política Alternativa”, XIII Taller Internacional Nueva Ciencia Política, Teatro Sanguily, Edificio José Martí, Facultad de Filosofía e Historia, Universidad de La Habana, miércoles 17 de noviembre de 2010.
4. Entrevista a la Doctora en Ciencias Thalía Fung, Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana. Por Alina Martínez, Periódico Trabajadores. 20 de julio de 2014.
5. “El desafío de construcción de una ciencia política dialogante”, Doctor en Ciencias Carlos Jesús Delgado Díaz. Presentación en el Panel “Fundamentación filosófica de una Ciencia Política Alternativa”, XIII Taller Internacional Nueva Ciencia Política, Teatro Sanguily, Edificio José Martí, Facultad de Filosofía e Historia, Universidad de La Habana, miércoles 17 de noviembre de 2010.
7. http://www.ned.org/where-we-work/latin-america-and-caribbean/ecuador