Revoluciones de colores, “protestas encabezadas por movimientos sociales de bases estudiantiles y encaminadas a reclamar la instauración de un régimen democrático, la implantación del modelo liberal y el afianzamiento de la independencia nacional”.
Este nombre se deriva de la masiva utilización simbólica de colores o nombres de flores, empleados como elementos de identificación por parte de la oposición y sobre todo por los movimientos sociales retadores, cuyas actuaciones estaban inscritas en la política de la no violencia.
Todas las Revoluciones de Colores fueron causadas o están conectadas, con procesos eleccionarios y por ende también se conocen con el nombre de Revoluciones Electorales.
Es más, en la mayoría de los casos, su momento más álgido está directamente relacionado con la perpetración de fraude en las elecciones, y una fuerte presión para exigir la celebración inmediata de nuevos comicios, a través de los cuales legitimar a nuevos líderes políticos.
Principalmente cuando se hace referencia a las Revoluciones de Colores se está hablando de las revoluciones sociales que acontecieron entre el 2003 y el 2005 en Europa del Este.
Sin embargo, la ola revolucionaria “tocó” otras zonas de la geografía mundial y es común utilizar este término para hacer referencia a esas otras revoluciones pacíficas que han tenido lugar desde comienzos de la pasada década.
El inicio de esta ola revolucionaria, la primera del siglo XXI, se encuentra en la Revolución Bulldozer de Yugoslavia en el año 2000.
Desde ese año, una serie de revoluciones y movimientos sociales han tenido lugar a lo largo del mundo.
Teniendo esto en cuenta, podemos señalar como Revoluciones de Colores las por un lado, la revolución, que se podría decir, fue el “pistoletazo de salida”:
Las que siguieron a esa primera revolución del S.XXI y que consideradas propiamente como Revoluciones de Colores:
Revolución de las Rosas (Georgia 2003)
Revolución Naranja (Ucrania 2004)
Revolución de los Tulipanes (Kirguistán 2005)
En el caso de la Revolución Blanca de Bielorrusia en el año 2006 no se engloba dentro de las Revoluciones de Colores debido a que no se dio un cambio político.
Ubicación geográfica de las Revoluciones de Colores 2000-200, por último, los principales movimientos e inmediatos a las anteriores:
Revolución del Cedro (Líbano 2005)
Revolución Verde (Irán 2009)
Revolución Twitter (Moldavia 2009)
Revolución de los Jazmines (Túnez 2010-2011)
Una de las principales características de las consideras Revoluciones de Colores es la utilización de métodos pacíficos para llevarlas a cabo.
De ahí las reticencias existentes a englobar a algunas revoluciones bajo el mismo nombre (XXI, Sociedad las “Revoluciones de Colores” son consideradas un mecanismo de intervención extranjera indirecta, una expresión renovada de la vieja política mediante la cual según los expertos las grandes potencias occidentales han buscado, en aquellos países que revistan algún objetivo estratégico, cambiar los interlocutores hostiles o poco cooperantes por contrapartes más dóciles y complacientes a sus intereses.
A partir de las Revoluciones de Colores, los gobiernos surgidos de ellas enfrentaron dificultades para consolidar la gobernabilidad y el rumbo anunciado estimulando interrogantes sobre la consistencia de sus propuestas y sobre las posibilidades de demorar o acelerar la aproximación de estos países a las instituciones europeas o Medidas neoliberales A las “Revoluciones de Colores” le suceden gobiernos de “conciliación y apertura” en los cuales se excluye a las fuerzas políticas que apoyaron al gobernante derrocado, se aplican medidas económicas neoliberales, se produce una fragmentación del universo político del país e incluso se suceden estallidos de rebeliones territoriales de corte separatistas, sumiendo así a estos países en prolongados estados de ingobernabilidad.
En Georgia, Ucrania y Kirguistán, se ha dado la instauración de gobiernos de claro acento pro occidental y el distanciamiento de estos países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) compuestas por los países exsoviéticos.
Estas revoluciones son retratadas en la prensa occidental como revoluciones populares democráticas, en la que la gente de los respectivos países demanda la rendición de cuentas y la gobernabilidad democrática hacia sus dirigentes despóticos y sistemas políticos arcaicos.
Sin embargo, la realidad dista mucho de lo que esta imagen utópica sugiere. Las ONGs y los medios occidentales financian y organizan en gran medida a los grupos de oposición y movimientos de protesta, y en medio de una elección, crean la percepción pública de fraude electoral, a fin de encausar a movimientos masivos de protesta para exigir que “su” candidato sea instalado en el poder.
Lo que pasa es que su candidato es siempre el candidato favorito de Estados Unidos y occidente, cuya campaña es a menudo gruesamente financiada por Washington, y que propone políticas favorables a Estados Unidos y a las condiciones económicas neoliberales.
Al final, son las personas las que salen perdiendo, pues su auténtica esperanza por el cambio y la rendición de cuentas termina siendo negada por la influencia que Estados Unidos ejerce sobre sus líderes.
Las revoluciones blandas también tienen el efecto de enemistar con China y Rusia, en concreto, ya que las coloca como protectorados de Estados Unidos en sus fronteras, y empuja a muchos de los países del antiguo Pacto de Varsovia para conseguir una mayor cooperación política, económica y militar.
Esto a continuación, exacerba las tensiones entre Occidente y China y Rusia, que en última
instancia conduce al mundo hacia un conflicto potencial entre los dos bloques (Marshall,
Modus operandi Revoluciones de Colores Denominador común: su generación espontánea.
Sin la existencia de un malestar social previo ni de indicadores claros que lo mostraran, de la noche a la mañana, miles de personas salen a las calles con una espectacular organización y bajo consignas genéricas que pueden ser firmadas por cualquiera de nosotros, exigiendo cambios en las políticas gubernamentales mientras son amplificados por los medios de comunicación afines.
Y la pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué de un día para otro esas revueltas sociales en Ucrania y en Venezuela? Todas esas protestas con apariencia de espontaneidad, en realidad son la nueva forma de llevar a cabo golpes de estado, ideada para evitar la mala publicidad que genera una invasión militar violenta, y basada en la teoría del “golpe suave” del politólogo estadounidense Gene Sharp.
No son protestas sociales legítimas, se trata de grupos organizados que generan violencia callejera de manera artificial.
Sus métodos se basan en la utilización de la presión social mediante la organización de acciones de protesta civil y la amplificación de los intentos gubernamentales de parar las protestas, como excusa para forzar una intervención militar de fuerzas de coalición internacionales en el país, utilizando para ello los altavoces mediáticos.
Generalmente estos grupos están muy organizados, bien financiados y en algunos casos, fuertemente armados.
Se mimetizan con el resto de la población que desarrolla sus legítimas protestas ciudadanas, con lo que se hace más difícil controlarlos y desde ahí, provocan disturbios, saqueos y hasta asesinatos para poner en jaque al gobierno de turno.
Todo esto está encaminado a la intervención física, social, económica y política para controlar tanto los recursos económicos como geoestratégicos del país en cuestión.
La puesta en marcha del “golpe suave”, teorizado por Sharp y llevado a la práctica por EEUU, es tan sutil que en ocasiones no se nota su ejecución hasta que llega a los estadios finales, como ocurre en Ucrania y en Venezuela estos días.
En Ucrania, ya han conseguido tumbar otro gobierno de Viktor Yanukovych, han convocado elecciones y han suspendido a los jueces del Tribunal Constitucional e ilegalizando partidos políticos. En Venezuela lo siguen intentando aunque el Gobierno cuenta con un claro respaldo social. (Tomado de: AR Rodríguez)
Os adrezco el compartir con todos nosotros toda esta practica información. Con estos granitos de arena hacemos màs grande la montaña Internet. Enhorabuena por este post.
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