Por Conte Nieves* / La Mala Palabra
Breve resumen del artículo anterior: Ana Belén Montes corre el riesgo de no ser identificada o quedar en el olvido, ante tantos hechos que ocurren en el orbe.
Scott W. Carmichael, autor del libro “El verdadero creyente. Interioridades de la investigación y captura de Ana Montes, experta espía cubana”, señala que la detención de la Belén Montes pasó inadvertida para las personas en los Estados Unidos de Norteamérica, motivado por el hecho del ataque y destrucción de Las Torres Gemelas (World Trade Center) el 11 de septiembre de 2001, en Manhattan, New York. Ana Belén Montes fue hecha prisionera el 21 de septiembre de 2001, diez días de los hechos del 9/11.
En torno a Ana Belén Montes, hay que organizar todo un movimiento internacional, a través de la red digital, por todas las vías mediáticas y no mediáticas.
Se ha querido comparar a Ana Belén Montes con espías como Aldrich Ames o Robert Hannsen. Ella es una patriota; una revolucionaria norteamericana de origen puertorriqueño y no una espía. Ames y Hannsen fueron movidos por el dinero y sus necesidades psicológicas.
La coincidencia de Belén Montes, en esta oportunidad, con la administración gringa, está en el hecho de la solidaridad de ella con la Isla y del reconocimiento a Cuba por el gobierno norteamericano.
¿Acaso cientos de personas en el mundo no se han identificado con Edward Snowden y Julian Assange? Si Ud. está identificado con esos denunciantes, lo invito a que, con mayores razones, cada día tenga más identificación con Ana Belén Montes.
Adentrémonos en el libro “El verdadero creyente. Interioridades de la investigación y captura de Ana Montes, experta espía cubana” de Scott W. Carmichael.
Intencionalidad de lo que expresamos.
Mi pretensión es utilizar las propias palabras del autor del libro para hacer reflexiones y comentarios; no descartando que en alguna oportunidad “pueda la propia Ana Belén Montes, aportar sus criterios”.
¿Quién era Scott W. Carmichael en el momento de redactar el libro?
Según se dice, era “el más alto investigador de contrainteligencia de la DIA, quien convenció al FBI de investigar profundamente las actividades de Montes”.
¿Por qué el libro?
Es una obra que persigue enfatizar que “Cuba es un gran peligro para la Seguridad Nacional de Los Estados Unidos de América” y para ello argumenta: “Este país está plagado de espías de Cuba”.
Es una idea que movería a la risa si no estuviéramos hablando de algo tan serio. Estos señores son así. Inventan las cosas y después se las creen. Ese es el peligro del pensamiento del gobierno norteamericano.
Otra arista del libro es evitar que los norteamericanos solidarios con Cuba asuman el temor de hacerlo porque pueden ser catalogados como traidores. En esa mal llamada sociedad “democrática”, ¿no existe el derecho a denunciar los desmanes del gobierno? De ser así, es un antipatriota el que denuncie la matanza de los indios, el que hable de las torturas en las cárceles clandestinas de la CIA, entre otros muchos ejemplos.
Belén Montes, de acuerdo a esta obra, es el único miembro de la Comunidad de Inteligencia condenado por espionaje a favor del gobierno cubano, expresión esta última que deseo sustituir por “solidarizarse con el pueblo cubano”, pero finalmente señor Scott ¿son muchos o es la única? Está demostrado que el movimiento de solidaridad con Cuba hacia dentro de Estados Unidos, en el transcurrir de los años, fue ganando adeptos, por lo que debe rectificar ese concepto. Y aumentarán en la medida que comiencen a visitar la Isla y a conocerla. Tal vez usted sea uno de esos turistas y si es honesto realmente, espero que identifique con objetividad nuestra realidad, aunque por su forma apasionada, más bien fanática de escribir, pueda resultar difícil.
No sé cómo sus asesores no le recomendaron que ese estilo ofensivo y agresivo en los contenidos del libro, lejos de darle credibilidad, hacen asumir al lector una actitud de incredulidad ante lo que se dice. Tengo el cuidado de no decirle escritor, porque al parecer, Ud. está bien distante de ello y solo aprovechó la coyuntura de la necesidad del gobierno gringo para hacer una publicación contra Cuba, se ganó sus pesitos e hizo perder protagonismo a sus colegas del FBI, además, de darse “bombo y platillo a sus anchas” como experto en el trabajo contra Cuba.
Cuba, peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Norteamérica: ¿realidad o chiste?
Tema manido y manipulado a través de los años por las administraciones gringas. Ya en el amañado juicio en Miami, contra los Cinco antiterroristas cubanos, hubo generales que negaron como real la peligrosidad de Cuba para los Estados Unidos de Norteamérica. Y con el establecimiento de relaciones diplomáticas, ese criterio pierde sentido y fuerza. Pero, cómo es posible que la Isla sea un peligro para una nación que es una potencia militar y que se ha dedicado a lo largo de su historia a hacer la guerra, a conveniencia del complejo militar – industrial. Es en realidad Estados Unidos de Norteamérica el verdadero peligro para la seguridad nacional de nuestros países.
La misión de Scott W. Carmichael vs. la misión de Ana Belén Montes.
Ud. define: “Somos empleados a tiempo completo por las agencias federales para identificar e investigar a empleados que puedan traicionar a EEUU revelando sus secretos a potencias extranjeras”.
Y es entonces que situamos la contraposición con Ana Belén Montes, quien estuvo de acuerdo en haberse solidarizado con Cuba. ¿Por qué se solidarizó? Porque la política de las administraciones norteamericanas con la Isla es hostil. En el supuesto caso que la Isla organizara acciones agresivas hacia Estados Unidos de Norteamérica, no sería justo que los hombres y mujeres de buena voluntad se identificaran con ese país para evitar dichas agresiones.
En realidad quienes han traicionado la voluntad de los padres fundadores de ese país son los que “tocan los tambores de las guerras” y Ud. forma parte de un instrumento que está para proteger los intereses de esos “toques”. Son los políticos norteamericanos los que han traicionado al pueblo norteamericano. Pregunta Michel Moore en uno de sus libros: “¿Qué han hecho de mí país?, y creo que agrega, “malditos hombres blancos”.
Hay un problema de códigos comunicativos. Lo que para Ud. es traición, para mí es solidaridad.
Preguntamos al señor Scott y al resto de los investigadores de Ana Belén Montes, si encontraron en su actuar, alguna acción agresiva u hostil contra ese país. ¿Participó en planes de atentados contra los dirigentes norteamericanos?, ¿organizó sabotajes a fábricas, escuelas e instituciones?, ¿sus actos dieron lugar a que perdieran la vida otros seres humanos?, ¿posibilitó la explosión en pleno vuelo de alguna nave norteamericana?, ¿aportó información para realizar infiltraciones y exfiltraciones en Estados Unidos de Norteamérica? Nos ponemos en su posición señor Scott y decimos que hizo su trabajo, pero ojo, su obra está plagada de odio y rencor hacia Cuba, todo lo contrario a los sentimientos de Ana Belén Montes por mí tierra.
Señor Scott usted y sus colegas están en una gran contradicción. Están defendiendo lo equivocado. Recuerde a Phillipe Agee, ex oficial de la CIA. Un día decidió ponerse al lado de la verdad. Tal vez usted pueda llegar a la misma conclusión que él. Y en ese momento, podrá entender a Ana Belén Montes.
(Continuará)
*Colaborador de La Mala Palabra.