Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. / Visión desde Cuba
No por esperada, la derrota ante Korea es menos dolorosa. La eliminación de Cuba de la segunda etapa del Premier 12, confirma tristemente que el nivel de la pelota cubana no es tan alto como algunos quisieran y hasta se empeñan en sostener. Seguimos esperando por el alegrón que tanto soñamos, al parecer eternamente.
Bates dormidos, lanzamientos que no engañan y mucho menos dominan, decisiones equivocadas, bateadores que no llegan a bases, jonroneros que no alcanzan a sacar la bola del cuadro, en fin, todo un rosario de problemas que solo salen a flote en torneos internacionales, mientras en casa la mayoría de los jugadores “hacen llorar” la pobre pelota. En la isla esperan millones, hasta madrugan soñando un pase que no llega nunca.
Pensar que no fuimos los únicos, que todo el Grupo A fue eliminado, sería consuelo de tontos. La realidad es aplastante, otra vez Cuba queda en el camino en un torneo internacional. Lo más preocupante es que el soñado cambio en la actuación de los peloteros contratados en el exterior, anunciado como una de las posibles soluciones para elevar el techo de nuestro béisbol, no acaba de llegar, salvo el mayor de los Gurriel que tuvo un buen torneo. Lo demás, lo mismo con lo mismo.
Las medidas siguen sin dar resultados. Me duele, lo repito, esta nueva eliminación. Pero soy testarudo y sigo soñando con tiempos mejores. Ojalá me llegue alguna señal para volver a confiar en la pelota cubana.
Me siento como un alcohólico, adicto o jugador empedernido, una y otra vez digo que esta será la última vez que me siente frente al televisor para verlos perder. Les aseguro que pesan más mi patriotismo y amor por esas cuatro gloriosas letras que los peloteros llevan en su pecho, que cualquier razonamiento lógico. Por esperar ese cambio definitivo podría arriesgarme a que me acusen de ser un soñador, pero me queda la certeza como al poeta, de no ser el único.
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Yo me sumo a su sueño, sin dudas, no me resistiré nunca en ver perder al equipo Cuba, máxime, cuando pienso que si se puede hacer mucho más, lo que está pasando no lo sé explicar, quizás sigue sin trabajarse el juego en equipo, soy aficionada a «La Pelota» cubana y disfruto mucho sus triunfos, e igual que usted sufro mucho sus derrotas, esta madrugada, madrugué para sufrir………