Ángel Bravo
Todavía se puede encontrar en la web un artículo que data del 2006 titulado “Mentiner”. Con ese nombre -por mentiroso-, el autor se refiere a Carlos Alberto Montaner, agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Lo tomamos prestado para el título de este artículo, porque nos ayuda a entender la naturaleza del personaje y lo que representa.
Desde el triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, el imperio ha recurrido a todo tipo de acciones para socavarla: cientos de atentados contra los dirigentes, secuestros de aviones y embarcaciones, guerra biológica a través de la intromisión de bacterias y plagas, atentados contra el pueblo e instalaciones en la isla, guerra mediática, violación del espacio radiofónico cubano, apoyo a los grupos terroristas desde Miami, la más larga guerra económica, comercial y financiera de la historia, entre otras. Y ahí sigue Cuba: libre, independiente, socialista, revolucionaria y digna.
Para esas tareas criminales el imperio reclutó a miserables y cobardes, dispuestos a ejecutar esas acciones por dinero, no por convicciones (escucharlos balbucear, porque no saben hablar, es un espanto); sus hechos siempre estuvieron caracterizados por la felonía, la violencia y el terror. En el afán de ver otra vez a Cuba como patio trasero de los Estados Unidos se les ha ido la vida. Hoy sus hijos y nietos suelen visitar Cuba, para disfrutar de la seguridad, la cultura, la educación y la libertad, garantizados por el socialismo de la patria de Martí.
El año pasado el mundo fue testigo que el imperio tuvo que admitir, que su política contra Cuba había fracasado (no significa que intente su objetivo por otras vías). El bloqueo sigue intacto. Al iniciarse las conversaciones entre ambos gobiernos para restablecer las relaciones, muchos de los apátridas que amasaron fortunas atacando a la Revolución, vieron que el negocio se les caía. El año 2015 han dicho y han hecho de todo, para que la teta no deje de amamantarlos, uno de ellos es “Mentiner”, quien lleva más de cinco décadas haciendo lobby en Miami, Madrid y en cualquier lugar donde algún grupo de reaccionarios y fascistas al servicio del imperio lo inviten. Desde el anuncio del restablecimiento de relaciones entre ambos países, se ha dedicado a delirar, con la tesis de que Barack Obama es un aliado de Raúl Castro. Irracionalidades así sólo se le pueden ocurrir a Carlos Alberto Montaner, que en los años 60’ ponía bombas en cines y hoteles de La Habana, y una vez fuera de Cuba se incorporó como agente de la CIA, a vivir acumulando dólares, por denigrar a la Revolución.
En su reciente libelo vuelve a mostrar sus pesadillas por la invencibilidad del socialismo cubano. El empleado de la CIA es tozudo, porque sigue afirmando que la Revolución son solo Fidel y Raúl. En sus contradictorias peroratas se despacha una enorme cantidad de sandeces propias de su naturaleza.
La CIA debería despedir a “Mentiner” por ingenuo; pensar que, porque algún día ya no estén físicamente Fidel y Raúl, entonces Cuba dejará de ser Socialista es ignorar lo que en 57 años la Revolución ha hecho con su pueblo. Las conquistas sociales que ha logrado en educación, salud, seguridad, conocimientos científicos, deportes, conocimientos tecnológicos, cultura, desarrollo artístico, protección ambiental, etc., todo eso se debe a la naturaleza del Socialismo cubano; es su genética.
¿Será que “Mentiner” crea que porque los presidentes de Estados Unidos dejan la Casa Blanca, el imperio dejará de ser imperio?
El oficio de Carlos Alberto Montaner es la astrología; lleva más de cincuenta años dando predicciones sin ningún acierto (es el Walter Mercado de la politiquería cubanoamericana). Hace diez años decía que una vez que Fidel deje el poder todo cambiaría en Cuba, ahora dice que cuando los Castro ya no estén Cuba abandonará el Socialismo. Su insensatez no tiene límites; lo que demuestra con sus desvaríos es que está resignado; él también acepta la invencibilidad de la Revolución cubana.
Cuba por Siempre 
Reblogueó esto en Blog de Alejandra Madero.