Yohandry /A Wilfredo Cancio no le gustó que Elián estuviera en Cuba. Si la noticia hubiera sido verdad, de seguro sería uno de los principales titulares de su blog. Se lanzaría a buscarlo por todo Estados Unidos. Su blog es carroñero, manipulador, mentiroso, igual a CiberCuba. Nada diferente, o es que no se acuerdan del caso de Los Cinco y todo lo que hizo Cancio como periodista…
Analicemos las cosas…
Tanto Wilfredo Cancio como la revista que él fundó y dirige, Café fuerte, son mal vistos por las posiciones oficiales en la isla. De manera que usarlo como fuente es imposible en los medios oficialistas cubanos. Ese café además de fuerte es denso, al punto de que es difícil de tragar por buena parte de los medios cubanos. Al menos aquí en Cuba se nos tiene prohibido citar a Café Fuerte como “agencia de noticias”. Sencillamente, en Cuba, Wilfredo Cancio es un nombre impronunciable, y por eso me asombró cuando leí finalmente el artículo que con tanta insistencia me recomendaron mis colegas y del cual les hablaré más adelante.
Es conocido que sobre el profesor Cancio, pesan acusaciones de considerable importancia, relacionadas al contrato que durante el periodo de acusación de los Cincos él tenía con Radio Martí. De acuerdo con diversas fuentes (1), “Wilfredo Cancio Isla, según los contratos publicados por el periódico Liberation, recibió $4 725.00 desde el 30 de septiembre de 2000 al 3 de diciembre de 2001. Su contrato P109-1036 con Radio Martí lo comprometía a un “debate” de participación semanalmente en la estación hasta el 30 de septiembre de 2001. En total le pagaron $21 800.00 hasta el 20 de noviembre de 2006.
Durante este mismo periodo, Cancio publicó en El Nuevo Herald acusaciones no fundamentadas del gobierno que al jurado no le era permitido oír en la sala de la Corte. Pero estas acusaciones aparecerían en la prensa para que todos las leyeran, incluyendo el jurado, que no estaba aislado.”
Según estas fuentes “el 4 de junio de 2001, el día que el jurado iba a comenzar las deliberaciones, apareció un artículo de Cancio en El Nuevo Herald con el siguiente encabezamiento: “Cuba usó alucinógenos al adiestrar a sus espías.”
“Este inflamatorio artículo—supuestamente basado en información procedente de un anónimo “Un espía cubano desertor”—afirmó que Cuba les suministró LSD y otros alucinógenos para “modificar el comportamiento” para objetivos de “inteligencia y contrainteligencia.”
Esta persona, quien utilizaba los seudónimos Alex y José, y fue presentado por Cancio como un ex-espía desertor “anónimo”, relacionó directa e intencionalmente la acusación de la droga con el caso de los Cinco espías cubanos. Según Cancio:
Cuba experimentó con técnicas de hipnosis y alucinógenos para “modificar el comportamiento” de numerosos agentes, que fueron enviados al extranjero… “Entre estos alucinógenos estaban el psilocybin y el LSD. …” [como describió mediante su fuente, Alex]”
Si le interesa ver lo que se debatió en este momento puede acceder a lo que publicase la Mesa Redonda entre otros medios, los que revelaron la participación, a cambio de ganancias económicas, de periodistas de Miami para dirigir de alguna manera la opinión pública sobre el caso de los Cinco.
Rectificar es de sabios (a conveniencia)
El texto que dio pie a esta reflexión, es precisamente el que signara Cancio y en el que enarbola la bandera de la transparencia y la ética periodística en el manejo de fuentes. Dice entonces el “olvidadizo”:
“El incidente de la “fuga de Elián” sirve para ilustrar una vez más el estado de deterioro del periodismo sobre temas cubanos y la dañina influencia que presuntas fuentes de credibilidad hacen de las redes sociales, convirtiéndose en amplificadores de una mentira sin siquiera ejercer el mínimo ejercicio de la consulta y la investigación periodística.”
Con lo anterior el director de Café Fuerte se ha atrevido a lanzar (y bien lejos) la primera piedra, sin mirar sobre su cabeza y confirmar que su techado es de vidrio.
Y continúa Cancio en su artículo La Guayaba de cartón: Elián en fuga por el ciberespacio:
Como ha sucedido con el fiasco en torno a Elián, los que lanzaron la “noticia” pueden asumir, sin rubor, que “nos hicimos eco de un rumor que circulaba desde hace varias semanas en Cuba”. Y nada, se pasa la página hasta la próxima escalada informativa.
Pero si Cancio tiene memoria de insecto, yo tengo recuerdos de elefantes y no no olvidaré jamás que el 26 de septiembre del 2012, se publicó en Café Fuerte Macabra historia sobre venta de aceite recorre La Habana , la cual, también parte de historia, un rumor, una anécdota. La cito entonces en extenso:
“Una historia de horror se está cocinando en estos días en La Habana, sazonada por el imaginario popular con macabros hilos de realidad.
Autoridades policiales estarían tras la pista de una posible venta de “aceite” en el mercado negro, luego que unos malhechores extrajeran semanas atrás tres toneles con residuos grasos del crematorio de Guanabacoa, en La Habana.
Otras versiones extraoficiales apuntan a que fueron detenidos tres custodios cuando intentaban sacar del lugar los recipientes con el lubricante que se emplea en la cremación de cadáveres.
“La policía está tomando medidas de seguridad urgentes porque existen rumores de que se ha estado vendiendo como aceite de cocina”, confirmó una fuente cercana al Cementerio Nuevo de Guanabacoa, en cuyo interior se ubica el más importante crematorio de capital cubana.
Fue allí donde presumiblemente los ladrones cometieron la fechoría con esos desechos humanos, que son un atentado a la integridad física de las personas debido al riesgo biológico que encierran.
Cierto o no, el rumor ha corrido como pólvora por la capital cubana y sus ecos han llegado a Miami. Hasta ahora las autoridades no se han pronunciado sobre el asunto.
Fueron infructuosos los intentos de establecer comunicación con empleados del cementerio guanabacoense.
Aunque la historia parece salida de un cuento de Kafka, muchos cubanos no dudan de su veracidad.”
Me surgen entonces varias preguntas: ¿A qué cubanos se refiere la nota? ¿A los que viven en Cuba exclusivamente? ¿O también a los cubanos que escriben en Café Fuerte?
En otra oportunidad, en julio del 2013, Café Fuerte publicaba, un artículo de Uberto Mario, en el cual se daba cuenta la presencia en Venezuela del “Coronel Nelson Domínguez Morera, jefe del Organismo de Divulgación del MININT, con larga experiencia en las labores de inteligencia.”
En la misma se confirmaba que Domínguez encabezaba una delegación de 200 cadetes y que “La nueva tarea de “Noel” es monitorear “de cerquita” cada paso de los venezolanos marcados como importantes opositores del regimen de Nicolás Maduro (…)”
Quizás para evitar algún comentario escribía Café Fuerte:“A “Noel” no lo conseguirán ni verán nunca, pues vive dentro de Fuerte Tiuna, se viste de civil y de manera intermitente se mueve entre Caracas, la Orchila, Isla Margarita y Aragua, siempre con identidad falsa, al igual que sus 200 soldados en misión.”
Unas hora después de la publicación de la nota de Café Fuerte, salió a la luz pública una foto de Noel Domínguez que lo situaba en La Habana. Jamás dicho medio de prensa pudo probar la veracidad de lo que había afirmado. De hechohabría respondido a una llamada telefónica desde su casa en la capital del país, al otro día de haberse publicado la nota de Café Fuerte.
Ya van dos olvidos trascendentes. La memoria de Wilfredo Cancio es tan frágil como su techado.
Lo único bueno que ha logrado el periodista, que ahora pretende erigirse como modelo, con su artículo es hacernos regresar al librito, al manual del periodismo básico. Suponemos que él también, ahora, le haya dado una ojeadita.
Tomado de El Camaján Digital
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