Por: Ileana González.
Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; más donde hay humildad, habrá sabiduría.
Salomón.
Por parecerme importante lo tratado, retomo la narración de mi visita a casa de un jurista en compañía de una amiga argentina, no estoy segura si la primera parte fue leída, de todas formas, el título es el mismo y para el que desee orientarse lo puede ayudar.
Después de degustar un rico batido de chocolate, cortesía de nuestro anfitrión, este retomó sus explicaciones sobre la Constitución y sus manipulaciones, antes recabó la atención de la morocha, que prolongaba una conversación alejada del tema con el economista, creo que más que atraer su atención, quería que ella dejara de prestársela a su docto visitante.
Con nuestras miradas fijas en él continuó.
Otro tema recurrente es la supuesta inconstitucionalidad del salario, cuando este no cubre todas las necesidades de quien lo percibe.
La Constitución, Capitulo VII DERECHOS, DEBERES Y GARANTÍAS FUNDAMENTALES Artículo 45. El trabajo en la sociedad socialista es un derecho, un deber y un motivo de honor para cada ciudadano. El trabajo es remunerado conforme a su calidad y cantidad; al proporcionarlo se atienden las exigencias de la economía y la sociedad, la elección del trabajador y su aptitud y calificación; lo garantiza el sistema económico socialista, que propicia el desarrollo económico y social, sin crisis, y que con ello ha eliminado el desempleo y borrado para siempre el paro estacional llamado “tiempo muerto”.
Interpretar la Ley de Leyes a conveniencia, no es honesto, tampoco es prudente expresarse con dichos populares para calificar cuestiones que a ella se refieren, por ejemplo, decir que el salario no alcanza para vivir “como dios manda”, es impreciso y no esclarece nada, hay muchos dioses y demasiados mandamientos y las expectativas de algunos están incluso por encima de lo que aportan o merecen, lo correcto sería decir que este no cubre las necesidades básicas de la mayoría de los trabajadores y aclarar que esto no ocurre por incompetencia o indolencia del Estado, tampoco porque sus dirigentes se estén robando el dinero, y precisar que la situación obedece principalmente a un problema económico.
El economista lo detuvo con un gesto, a la vez que expresaba, -ese es mi campo, déjame esa parte a mí. No sé porque mi instinto me dijo que las leyes y la economía, se daban empujoncitos amistosos en fraternal competencia por un corazón suramericano, que nada inocente alimentaba la silenciosa querella.
El nuevo profesor comenzó su exposición.
Son muchos los especialistas que hoy escriben sobre este tema y muchas las fórmulas que manejan, algunas totalmente apartadas de los principios del socialismo, como reducir plantillas infladas, para con el dinero que se deje de pagar en los sectores donde se aplique esta medida, incrementar salarios en otros, en nuestro sistema, siempre que se reducen plantillas se busca reubicar a los trabajadores y durante el tiempo que se mantienen inactivos se les paga, por lo que el dinero de que se podría disponer no resulta significativo. Hacerlo de otra manera es una medida de choque neoliberal, algo que la revolución cubana jamás hará.
Sin un respaldo productivo incrementar salarios a escala de todos los sectores de la economía, no es posible, y la ecuación es simple al aumentar el poder adquisitivo de la población, sin un previo incremento de la productividad que propicie, elevar los niveles de las ofertas, se produciría entre otros efectos negativos un desabastecimiento del mercado, aumentaría el dinero circulante sin posibilidades de recaudación, que disminuiría la necesidad de trabajar con la consiguiente baja de la productividad, elevando el ausentismo laboral y propiciando la inflación, en resumen peor el remedio que la enfermedad.
Exigir lo que se sabe no se puede dar además de oportunismo es una felonía.
No obstante, no es un callejón sin salida según el Dr. en Economía José Luis Rodríguez, en su artículo, “La economía cubana 2016-2017. Valoración preliminar (IV) publicado en CubaDebate el 22 de febrero del 2017 , “no debe perderse de vista la necesaria corrección de los sistemas de estimulación y retribución de los trabajadores de los sectores de la ciencia y educación para preservar la fuerza de trabajo de alta calificación, que constituye el principal activo para el desarrollo del país. Esta es una decisión política que resulta indispensable para garantizar la continuidad del desarrollo y cuyo costo a corto plazo puede compensarse en el Presupuesto Estatal por otras vías.
Entiéndase bien en esos sectores y por las razones que expone, no me extiendo en la explicación porque son temas muy técnicos y complejos. Sonriendo nos dijo, -les dejo de tarea buscar esas vías de que habla José Luis.
Todos reímos, pero la argentina consciente de los ocultos empujoncitos entre legales y productores, soltó con aire inocente, ¿y si no encuentro lo que ustedes dicen?, la respuesta a dúo, me ves.
El del PIB y el déficit presupuestario, aprovechó la ocasión para proponer, -¿Por qué no nos vemos mañana en mi casa y continuamos con el análisis?, aceptamos, la argentina feliz de lograr llevar las cosas a donde las leyes no pudieran frenar el desarrollo de las fuerzas productivas.
“Tenemos dos orejas y una sola lengua para que oigamos más y hablemos menos.”
Diógenes el Cínico
Tomado de PostCuba
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