Por Joselyn Muñoz Cruz
Las palabras me ahogan en tristeza,
el corazón se agita enardecido.
Nada se compara ya contigo,
porque tu estatura es inmensa.
Cabalgar a tu lado no es castigo,
Fidel, Comandante, Amigo,
inspiración de mi alma misma,
hombre como tú, con tu carisma,
nunca reposará en el olvido.
Caballero andante, de dulce coraza,
hoy se te evoca en cada casa,
en cada calle, en cada palmo de esta tierra.
Fuiste a descansar junto a la Sierra,
Con Martí, Frank y con Mariana,
junto a la bandera cubana,
que hoy te cubre imperecedera.
Hombres como tú, de tu madera,
épico héroe sin saberte,
a ti no te espanta ni la muerte,
paradigma de esta Era.
Fidel, Comandante invicto,
de tus cenizas yergue tu espectro,
vivirás siempre, no has muerto
en el pueblo que te ama y que sostiene
más en alto que antes, la consigna:
¡Comandante en jefe, Ordene!
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