El gobierno de Cuba desde los primeros años de la Revolución le concedió gran importancia a la mujer y como principio trabajó y trabaja por la defensa de sus derechos humanos y libertades fundamentales. La política en esta materia se fundamenta en el consenso alcanzado en la Declaración y Programa de Acción de Viena y parte del carácter universal, indivisible, interdependiente e interrelacionado de todos los derechos humanos, y la igual importancia de los derechos económicos sociales, culturales, civiles y políticos, incluido el derecho al desarrollo; al mismo tiempo reconoce que en lo universal está la diversidad y ello presupone la no existencia de un modelo único en lo político, económico y social y el respeto a las particularidades históricas, culturales y religiosas de las naciones.
Cuba fue el primer país en firmar la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y el segundo en ratificarla. En 1996 cuando rindió su informe ante el Comité de Expertos de la CEDAW, fue reconocida la labor desarrollada en el país en pro de los derechos humanos de la mujer: “a pesar de las circunstancias económicas y políticas en las que se encuentra el país desde 1989 como resultado de la escalada del bloqueo económico de los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual ha tenido repercusiones serias sobre la situación de la mujer y la infancia y ha conducido al deterioro de la calidad de vida del pueblo, Cuba no había cesado en avanzar hacia el logro de la plena igualdad entre los sexos”.[1]
En Cuba, donde las metas y sueños de muchas mujeres en el mundo son realidades desde hace mucho tiempo, las políticas para garantizar el avance de la mujer forman parte del Programa de Desarrollo Social, y se les ha brindado en la práctica iguales derechos y oportunidades.
El desarrollo alcanzado por la mujer cubana ha estado y está apoyado por las políticas y estrategias trazadas por el Gobierno y por el trabajo permanente de la Federación de Mujeres Cubanas que a lo largo de todos estos años ha representado los intereses de las mujeres, ha contribuido a su educación ciudadana y ha trabajado mancomunadamente con todos los organismos estatales, políticos, sociales y de masas para hacer realidad el ejercicio de la plena igualdad de las mujeres y hombres de nuestro país.
Nuestra legislación contempla un conjunto de disposiciones, las cuales conceden derechos especiales a la mujer tanto en el Derecho Civil, como en el de Familia, en la Legislación Agraria y en materia de empleo y de seguridad social. Las trabajadoras tienen garantizados entre otros, su derecho al empleo, a salario igual por trabajo de igual valor, a la seguridad social, a la licencia de maternidad pre y post natal, a la protección ante accidentes y enfermedades laborales y comunes.
Tomado de : http://anterior.cubaminrex.cu/Enfoques/ddhh_mujer_tc.htm