Por @Elbuscador1995
A Fidel lo vemos como el alma de la Revolución cubana, y a Martí, como su gran guía espiritual, su gran redentor. En 1955 Fidel afirmó: “es el Apóstol el guía de mi vida” y en el año 1959 demostraba, a tan solo 90 millas del mayor imperio creado jamás, la victoria del maestro en Cuba. Iniciaba irreversiblemente así, la Revolución que muchos países del mundo y de nuestra América Latina quisieran tener hoy cuando Donald Trump les muestra de una forma más clara, la verdadera cara de los Estados Unidos.
Consideramos a Fidel, una de las personalidades que con mayor profundidad estudió de la obra martiana, dejándonos la enseñanza infinita de que: “Martí es y será guía eterno de nuestro pueblo. Su legado no caducará jamás”. Nuestro eterno Comandante en Jefe plasmó el ideario martiano a través de la historia de la Revolución cubana y al respecto el destacado escritor y amigo de Cuba, Gabriel García Márquez ha señalado que “José Martí es el autor de cabecera de Fidel Castro, el cual ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista”.
Con relación al significado de la figura de nuestro Apóstol, Fidel planteó que: “Nuestra patria cuenta con el privilegio de poder disponer de uno de los más ricos tesoros políticos, una de las más valiosas fuentes de educación y de conocimientos políticos, en el pensamiento, en los escritos, en los libros, en los discursos y en toda la extraordinaria obra de José Martí. Y a los revolucionarios cubanos más que a nadie nos hace falta, tanto cuanto sea posible, ahondar en esas ideas, ahondar en ese manantial inagotable de sabiduría política, revolucionaria y humana. Según nuestro criterio, en Martí encontramos las raíces, el alma de la actual Batalla de ideas”. Señalaba además que: “admiramos infinitamente a Martí por su gigantesca tarea, formando una conciencia revolucionaria en el seno de nuestro pueblo. Admiramos a Martí porque era un intelectual brillante, un hombre de extraordinaria inteligencia, poeta de exquisita sensibilidad, que consagró su talento a la lucha revolucionaria. Que consagró su vida y su pluma a esa lucha, que fue hombre de palabra y de acción. Le agradecemos y le agradeceremos eternamente lo que significó y lo que simbolizó”.
Fidel definió a Martí como el más genial y el más universal de los políticos cubanos, que nos enseñó su ardiente patriotismo, su amor apasionado a la libertad, su repudio al despotismo y su fe ilimitada en el pueblo. En su prédica revolucionaria estaba el fundamento moral y la legitimidad histórica de nuestra acción armada. Por eso fue el autor intelectual del 26 de julio.
La Revolución cubana ha cumplido la máxima martiana de que la patria es “con todos y para el bien de todos”, lo cual constituye un ejemplo para el resto de los países. Es por esto que en este 27 de enero el pueblo cubano, esperando el aniversario 165 de su natalicio, multiplicaremos las ideas de nuestro Héroe Nacional, esas que nuestro Comandante en Jefe nos encargó a continuar defendiendo eternamente y que no defraudaremos jamás porque “en los jóvenes se pueden depositar grandes tareas”.
Colaborador de Cuba por siempre http://lavacunadecuba.wordpress.com
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Felicidades a @Elbuscador1995 la verdad que es este un buen artículo…gracias a micubaporsiempre por subirlo a su blogs
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