Cuba participó hoy en el evento de alto nivel para inaugurar el Decenio Internacional para la Acción «El agua para el desarrollo sostenible», 2018-2028, celebrado en la sede de las Naciones Unidas. Durante la sesión plenaria la Representante Permanente de Cuba ante el organismo internacional, Embajadora Anayansi Rodríguez Camejo reconoció que la cuestión del agua se encuentra en el centro mismo de la supervivencia de la humanidad, al constituir el acceso a este recurso un derecho humano, cuyo pleno disfrute por todos es un objetivo aún pendiente.
La Representante Permanente de Cuba expresó su esperanza de que el Decenio impulse acciones y compromisos tangibles, orientados a alcanzar el acceso equitativo y suficiente de agua y saneamiento para quienes no lo tienen. Alertó que si no se actúa con rapidez y eficacia, más de 3.000 millones de personas sufrirán en el año 2025 las consecuencias de la escasez de agua.
Asimismo, destacó que los esfuerzos nacionales en esta materia deben complementarse con una sólida cooperación internacional, incluidas formas novedosas como la colaboración triangular y Sur-Sur. Indicó también que dicha cooperación debe contribuir al desarrollo de infraestructuras, la creación de capacidades humanas en el área de la gestión de los recursos hídricos e hidráulicos, la adaptación al cambio climático, así como la innovación y la transferencia de tecnología para mejorar el acceso a los recursos hidráulicos y al saneamiento.
La diplomática cubana aprovechó la ocasión para resaltar las acciones llevadas a cabo por Cuba, donde el 95,5 por ciento de su población tiene cobertura de agua potable, para garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento, destacando la aprobación, en el año 2017, de la Ley de Aguas Terrestres que ordena la gestión integrada y sostenible de las aguas terrestres en el país, en función del interés general de la sociedad, la salud, el medio ambiente y la economía.
Rodríguez Camejo recordó que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba por más de medio siglo, ha traído como consecuencia importantes limitaciones y obstáculos para acceder a nuevas tecnologías y productos de la industria del agua y sus beneficios, así como para lograr una mayor capacitación profesional en estos temas.
Criticó que los recursos naturales, incluyendo el agua, son objeto de manipulación mercantil bajo los intereses de grandes transnacionales, en detrimento del bienestar de los pueblos.