No tengo absolutamente ninguna duda de que no hay otro pueblo en el mundo con mayor conciencia política y sentido histórico de lo que se juega con la nueva Constitución de la República.
Por eso millones de cubanos compran con sorprendente entusiasmo el material, lo estudiarán y realizarán aportes sustanciales al proyecto. Por supuesto que le dedicaré todo el tiempo que sea posible, artículo por artículo, y expondré mis criterios en el lugar adecuado, en el momento oportuno y en la forma correcta.
Este será un nuevo ejercicio democrático para demostrarle al mundo que en Cuba es el pueblo quien gobierna y nadie podrá creerse dueño de la verdad a la hora del debate.
La verdad final es la que construyamos entre todos, los patriotas cubanos. Y que la discusión comience precisamente el 13 de agosto encierra un simbolismo: la nueva constitución es para refrendar en nuestra carta magna que defenderemos hasta con las uñas el legado de Fidel.
Tomado de: Visión desde Cuba
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