Como si no fuera poco, Donald Trump volvió a quedar bajo fuego graneado, un día después de que trascendieran extractos de un próximo libro del periodista de investigación Bob Woodward, quien describe a un mandatario inculto, colérico y paranoico, cuyos secretarios y colaboradores se esfuerzan en controlar para evitar sus salidas de tono.
Al explosivo contenido de la obra escrita por Woodward se ha sumado otra espectacular andanada contra Trump, esta vez de un alto funcionario de su propio gobierno, en un artículo para el diario The New York Times.
El diario tomó la inusual decisión de publicar una columna de opinión anónima, para evitarle a quien la escribió el peligro de revelar su nombre.
El autor afirma que es parte de la “resistencia” al mandatario y aseguró que forma parte de un grupo que trabaja diligentemente desde adentro de la Casa Blanca para obstruir las peores inclinaciones de Trump y las partes mal concebidas de su agenda.
Muchos de esos funcionarios fueron designados por Trump, pero se han comprometido a hacer lo que puedan para preservar las instituciones democráticas de Estados Unidos y al mismo tiempo frustrar los impulsos más erróneos de Trump hasta que deje el puesto, según el autor del artículo anónimo.
El alto cargo en cuestión escribió también que la raíz del problema era que Trump carece de moral y que no se rige por ningún principio concreto que le guíe a la hora de tomar decisiones.
En su columna para el New York Times, el autor anónimo ofreció consuelo a los estadounidenses, al advertirles que el grupo de funcionarios en la resistencia reconoce plenamente lo que está ocurriendo, y tratan de hacer lo correcto incluso cuando Donald Trump no lo hace.
El redactor del artículo escribió que si bien Trump ha tenido éxitos, han sido a pesar de él, y no gracias al, estilo de liderazgo del presidente, el cual es impetuoso, conflictivo, mezquino e ineficaz.
También dice que hubo rumores tempranos dentro del gabinete sobre invocar la Enmienda 25, para sustituir a Trump en el cargo, debido a la “inestabilidad” que se le notaba al presidente, pero decidieron no hacerlo para evitar una crisis constitucional.
Los comentarios del alto funcionario anónimo fueron publicados un día después de que se difundieran detalles de un revelador nuevo libro escrito por el experimentado periodista Bob Woodward, en el que habla de las inquietudes que tienen los asesores de Trump acerca del buen juicio del mandatario.
El artículo de opinión contra Trump en el New York Times generó de inmediato conjeturas en las redes sociales, en redacciones y al interior del Ala Oeste de la Casa Blanca sobre la identidad del alto cargo que supuestamente escribió el texto.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, se apresuró a negar que fuera él, mientras la secretaria de prensa, Sarah Huckabee Sanders, acusó al autor de optar por engañar a Trump, al permanecer en su administración.
El propio Trump respondió que se trataba de una…“colaboración cobarde” y una… “verdadera desgracia”, y es para preguntarse después si lo publicado por el supuesto alto funcionario fue una traición.
En una maniobra extraordinaria, Trump exigió que si la persona anónima realmente existe, el New York Times debe, por propósitos de Seguridad Nacional, entregarla al gobierno de inmediato.
Funcionarios de la residencia presidencial que hablaron con la prensa, bajo anonimato, opinaron que el ultimátum de Trump al New York Times pareció ser una muestra de las preocupaciones acerca de los impulsos del presidente planteadas por el autor del escrito.
Según dos personas al tanto del asunto, Trump ya exigió que sus asesores identifiquen al traidor dentro de la Casa Blanca, aunque aún no está claro cómo podrían hacerlo.
Tomado de: RadioRebelde