Por Joselyn Muñoz Cruz*
Hoy despierta Cuba muy apegada a su realidad, en consonancia con el evento atmosférico que ya arrasó con buena parte de techos y viviendas enteras, ¡pero no!, con el corazón y la energía de cientos de cubanos que apelan en este momento de dolor por las pérdidas, a la fuerza interna que nos han legado los ancestros y a la esperanza de poder recuperar lo perdido, no sin antes agradecer por sus vidas no solo a una deidad, sino a todos aquellos interventores que los han salvado. Este pueblo agradece en medio del desasosiego el acompañamiento de su presidente, la acción rápida de vecinos, entidades, de médicos y enfermeras; a pesar de los años de embestidas por tantos lados de la naturaleza nuestros hombres lo han convertido en bastión inexpugnable de firmeza y optimismo.