Por Gabriel González
Crecer junto a él fortalece el amor de este pueblo por su Patria. Agosto emana firmeza, presencia, júbilo, lealtad, cariño por un ser que se convierte para muchas generaciones de cubanos en padre, abuelo, amigo, Comandante en Jefe y líder indiscutible de una nación.
Su presencia en cada niño, joven… de esta Isla ilustra la grandeza de su obra. Por eso nosotros los jóvenes lo recordamos con orgullo en su Plaza de la Revolución, donde nos ilustró con su oratoria y lo acompañamos desde los hombros de nuestros padres, en multitudinarias muestras de Revolución.
Cuanto privilegio el disfrutar de la presencia de Fidel Castro Ruz, del anhelo de estrechar su mano, cuanta fortuna de haber nacido en tiempos de Fidel.