#EEUU Operation Walk, de Los Ángeles a La Habana: La utopía sirve para caminar #Cuba

Por Dianet Doimeadios Guerrero, Irene Pérez

En un salón de operaciones del Hospital Ortopédico Docente Fructuoso Rodríguez, en La Habana, Alicia Keys canta imperceptiblemente “Ooh, New York”. El cirujano aprieta la mano izquierda de su paciente y dice: “Good luck”. Una cubana sonríe y, ahora, confía mucho más.

En apenas cuatro días, del jueves 7 al domingo 10 de noviembre, la organización humanitaria estadounidense Operation Walk realizó 56 reemplazos protésicos de cadera y rodilla a 44 pacientes cubanos (entre ellos, 12 necesitaron intervenciones dobles).

Desde 1997, este grupo de médicos voluntarios de Estados Unidos trae a Cuba “el don de la movilidad a través de cirugías de reemplazo de articulaciones que cambian la vida de la gente sin costo alguno”, y lo hace, además, “para trabajar en equipo, enseñar y aprender”, comenta la reconocida enfermera Jeri Ward, directora ejecutiva de Operation Walk.

“Mi mente está en Los Ángeles, pero mi corazón pertenece a Cuba”, confiesa la “dama a cargo”, como cariñosamente le llama su equipo. “En el primer viaje, vine temerosa y los pacientes también lo estaban de mí, pero comprendieron que veníamos a ayudar y a entrenar a los doctores cubanos. Desde entonces, siempre regresamos”.

“Es la primera vez en este hospital y ha sido maravilloso”, comenta la enfermera del destacado cirujano estadounidense Dr. Lawrence D. Dorr, Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Ortopedia y Traumatología (SCOT) y fundador de Operation Walk.

Desde 1996 esta organización –con sede en Los Ángeles– ha atendido a más de 17 000 pacientes en 25 países, realizado 100 misiones y formado 18 equipos de trabajo especializados en dolencias relacionadas con las articulaciones. Durante los últimos 22 años, Jeri los ha traído a La Habana en 26 ocasiones.

En 1996, el Doctor en Ciencias Alfredo Ceballos Mesa estudió con Lawrence D. Dorr en EE.UU. cómo hacer cirugías de prótesis de rodilla. Al año siguiente, el primer equipo de Operation Walk llegaba al Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq). Luego trabajarían en el Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País, y durante este noviembre en el hospital Fructuoso Rodríguez, en El Vedado capitalino.

“Este año han venido dos veces, porque ya estuvieron en el Cimeq en abril. Esta es una organización excelsa, conformada por personas que lo dan todo por servir y que siempre trabajan con grupos de pacientes que tienen dificultades para caminar. Jeri Ward ya me dijo al oído: ‘En abril de 2020, en el Cimeq; en noviembre de 2020, en el Fructuoso’”, adelanta Ceballos, prestigioso académico y ortopédico cubano.

El doctor Roberto Balmaseda Manent, jefe de Docencia e Investigaciones del Fructuoso Rodríguez, quien no abandona el salón de operaciones mientras sus pacientes permanezcan allí, “es la otra conexión con el pasado de este programa de colaboración entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos”, explica el doctor William Long, quien siempre ha acompañado a Jeri en sus misiones a este país.

“Cuando llegamos en 1997 e hicimos el primer reemplazo protésico de rodilla con técnica moderna, un solo doctor cubano podía hacer este tipo de cirugías. Ayer conocimos a más de 80 especialistas que ahora las realizan. Queremos expandir nuestra colaboración y llegar a más médicos, llevar las operaciones a otro nivel”, declara Long al equipo de prensa que lo aborda en un pasillo del Fructuoso.

Mientras en cinco salones de la institución se realizan las artroplastias, en el teatro especialistas de Pinar del Río, La Habana, Villa Clara, Las Tunas y Granma –provincias cubanas donde también se practica esta técnica ortopédica– observan las cirugías en vivo. Junto a ellos también hay muchos estudiantes.

“Es una gran virtud que por encima de la situación política entre Cuba y EE.UU. esté la ciencia. Es bueno ver ese intercambio científico entre dos potencias en salud en materia de ortopedia, dándonos sus conocimientos para que podamos llevar a nuestros pueblos la formación recibida aquí», dice Gelder Pacheco Suárez, residente venezolano de cuarto año de ortopedia del Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País.

«Este evento es un curso teórico-práctico para nuestros especialistas, y no solo de La Habana», considera el profesor Alberto Benítez Herrera, jefe del Grupo Provincial de Ortopedia de La Habana. “Cada vez que operan un caso, bajan al teatro y exponen elementos relacionados con la técnica que usaron y aquí se les pregunta. Eso contribuye al desarrollo de la especialidad”.

“Este es mi país favorito. Aquí no perdemos tiempo. Todo está organizado para que podamos ayudar a los pacientes, intercambiar con médicos de todo el país y también aprender de ellos”, asegura Long, cirujano colíder del equipo de Los Ángeles.

Por el largo pasillo de la sala E del Fructuoso Rodríguez viene oronda la Dra. Francisca de las Nieves Santisteban Aguilera, otorrinolaringóloga del Hospital Provincial Saturnino Lora, de Santiago de Cuba. Tiene 68 años y el viernes le operaron las dos rodillas. El sábado, ya muy maquillada, inició su rehabilitación dando los pasos más seguros de sus dos últimas décadas.

Francisca iba al hospital a trabajar solo dos veces a la semana, porque «las piernas no la dejaban».

Me siento feliz de ver cómo, con la cooperación del pueblo norteamericano, hemos podido resolver este problema. Ayer me operaron las dos piernas y hoy estoy de alta. Mi vida se había detenido y en solo un día todo ha cambiado”.

“Ella tiene buen corazón, buena mente, pero muy malas rodillas –bromea el Dr. Long–. Su operación fue de rutina, pero se realizó en las dos articulaciones, lo que la hace más compleja y peligrosa de lo usual”.

Dicen los medios especializados que Operation Walk es “inusual” porque ayuda a las personas mayores: la edad promedio es de 60 años o más. “Otras misiones quirúrgicas suelen ayudar a niños o jóvenes”, pero sus cirugías benefician a quienes no pueden caminar ni trabajar, “sufren de dolor crónico o son una carga para sus familias y pueblos. Después de la cirugía, salen caminando del hospital”.

Esta filosofía es una bendición para un país que brinda “particular atención al estudio e implementación de estrategias en todos los sectores de la sociedad para enfrentar los elevados niveles de envejecimiento de la población”, confirma el Dr. Alberto Benítez Herrera, jefe del Grupo Provincial de Ortopedia de La Habana.

“Tenía una gonartrosis bilateral, una enfermedad articular crónica, degenerativa y progresiva, localizada en la rodilla. Me hicieron una sustitución de la rótula, limpiaron todo y pusieron una placa plástica para sustituir los huesos que me quitaron. Hace 23 años me operaron las piernas y desde niña padezco de esto”, describe Francisca.

«Es una gloria que el pueblo, porque ellos son pueblo –aclara la doctora santiaguera–, haya venido en las personas de estos profesionales estadounidenses a darnos todo su amor y apoyo para que podamos caminar.

“Todo fue tan rápido que no me enteré, ni siquiera cuando me pusieron la anestesia peridural –por columna vertebral–. Desperté y ya estaba operada. Ha sido maravilloso. Todos son sumamente cariñosos, hombres y mujeres, todo el tiempo te preguntan ‘¿cómo se siente?’, ‘¿tiene algún problema?’, ‘¿le duele?’. Garantizan todo el trabajo con sus recursos, las prótesis que utilizan son americanas, muy buenas. Estas muletas fueron donadas por ellos también”, afirma la paciente.

El costo de una cirugía de remplazo de rodilla o de cadera en Estados Unidos es de 40 000 dólares, ellos han hecho 56 en cuatro días en nuestro hospital. Traen todo el material, su equipo está conformado por 70 especialistas, cirujanos, rehabilitadores, enfermeras, electromédicos, traductores… Brindan una atención integral. El aporte es incalculable”, explica el doctor Antonio Raunel Hernández Rodríguez, director del Hospital Ortopédico Docente Fructuoso Rodríguez.

El equipo empieza muy temprano a operar. Sus miembros llegan a las 6:00 a.m., lo preparan todo y a las 8:00 a.m. ya está el primer caso operado. “Son muy rápidos, en lo que se está terminando una cirugía, ya el anestesista está preparando al otro paciente”, explica Ernesto Miguel Rodríguez Santiago, residente de cuarto año de la especialidad de ortopedia.

El joven doctor reconoce las habilidades y la técnica del equipo estadounidense para montar el salón y la calidad de todos los materiales que usan en la cirugía. “La forma de operar no difiere mucho de la que usamos aquí, pero la factura de los insumos es muy diferente, y eso se percibe en la limpieza con la que se trabaja, no hay un sangramiento activo, que es normal que pase. A nivel técnico sí estamos iguales. Para nosotros, que estamos aprendiendo, la experiencia es muy buena”.

l director del Hospital Ortopédico Docente Fructuoso Rodríguez informa que al equipo en los EE.UU. le enviaron un expediente conformado por 100 candidatos a ser operados. Allá revisaron y seleccionaron 80.

Al llegar a La Habana, durante la mañana del jueves pasado, examinaron decenas de pacientes y escogieron definitivamente 44.

Comenta William Long que Operation Walk, primero, selecciona “a los pacientes que realmente necesitan ser operados; segundo, a quienes reúnen las condiciones para que la cirugía y la recuperación sean un éxito total, que no tengan problemas de salud que hagan largo el tiempo de recuperación”.

«A ningún cirujano le gusta marcharse y abandonar a su paciente si aún requiere de sus cuidados», agrega el doctor Antonio Raunel.

A Deny Bautista, un joven de 35 años del municipio habanero de San Miguel del Padrón, le operaron las dos caderas el viernes. El sábado ya estaba en pie y de la mano de su rehabilitador recorría la sala.

“Tenía desgaste en las dos caderas. Me salió hace dos años. Ya camino. Estoy contento”. Camina dos pasos, sube y baja un pequeño banquito, agradece, y se aleja tres pasos.

Dice el fisiatra Rubén Ferrer que con el intercambio ha comprobado la efectividad de la rehabilitación inmediata en pacientes con prótesis total de cadera y rodilla. “En una artroplastia, donde hay una sustitución de una articulación por un material, la rehabilitación tiene que ser inmediata y hay que quitarle el miedo al paciente. Aunque ya lo tenemos implantado en Cuba, estos días nos han reforzado que tenemos que ser más insistentes y trabajar en equipo”, apunta el especialista en medicina física.

¿Es asombroso que estos pacientes ya estén caminando?, preguntamos. «Realmente increíbles son los doctores que lograron que ellos caminen», responde William Long.

(Continuará)

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