Para que fuera posible el largo camino construido por nuestra Revolución, se necesitó de la voluntad de todo un pueblo. En el indudable sacrificio de esa gente que en su cotidianidad persigue el sueño de una nación más justa, se encuentran las mujeres. Ellas son imprescindibles, no solo en la familia, sino para un país. Así lo demuestran aquellas congratuladas durante el acto por el aniversario 60 de la Federación de Mujeres Cubanas.
Lucía Balbina Santos Fajardo, tiene casi ocho décadas de vida y la mayor parte de su existencia la ha dedicado a la ganadería y al cultivo en su finca Los Ángeles, en Vertientes. “Si me pongo a contar mis años de trabajo, creo que me tomaría dos noches”, expresa la anciana, quien tiene el mérito de ser una de las fundadoras de la organización en la provincia y, ahora, también una importante productora de alimentos.
Junto a la incansable anciana, otras 23 federadas sobresalientes firmaron el Libro de Honor de la Mujer camagüeyana. Signaron las ejemplares campesinas que sin temor al sol, laboran en los sembrados; son referentes desde el orden económico, político y social y demuestran con hechos, que sus manos delicadas también son capaces de dominar el azadón y sacarle los mejores frutos a su tierra. Así, comprometidas, anulan la anticuada idea de que hay oficios exclusivos solo para los hombres.
La devoción y el altruismo de ellas, han sido desbordantes en el contexto actual. Una de las misiones en las que han demostrado su valía ha sido en el enfrentamiento a la COVID-19 desde los centros hospitalarios, sitios de aislamiento, en las acciones de pesquisaje y como parte del personal de apoyo que han evitado la propagación de esa pandemia. Sin embargo, han sido igual de protagonistas las 29 mujeres que se desempeñan como dirigentes de base,cuadros administrativos, personalidades de la cultura entre otras, a las que se le entregó el Sello 60 Aniversario, en conmemoración de la FMC.
El vivo reflejo de grandes cubanas como Amalia Simoni, Mariana Grajales y Celia Sánchez Manduley, no es cuestión solo del pasado. También pervive en el presente. Se enlaza en el tiempo con la obra de las siete mujeres que recibieron la Distinción 23 de agosto, aprobada por el Secretariado Nacional de la FMC, en reconocimiento a sus quehacer en pos de la organización y de su Patria, con el mismo espíritu decidido de las heroínas cubanas.
En el homenaje, como premio al esfuerzo y empeño, le fue conferida la Orden Ana Betancourt, a Susana Sonia Pardo Rodríguez, directora de la UBB, El ganadero, perteneciente a la Empresa Pecuaria Triángulo Tres. Avalan su quehacer 41 años de labores ininterrumpidas, de ellos 20 como Vanguardia Nacional y 12 como cuadro destacada a nivel del país, al frente de un colectivo donde se respira solidaridad y constancia. Según cuanta, no hay enfermedad ni problemas que le puedan poner freno a sus impulsos.
“Es el resultado del deseo de ser útil a la sociedad, de elaborar para que el pueblo también disfrute de los beneficios de lo que hacemos. Somos los únicos en la provincia que hemos obtenido la condición de Vanguardia Nacional por la prestación de los servicios que ofrecemos, con la venta de productos alimenticios y no alimenticios”, dijo Pardo Rodríguez , con viva emoción en la mirada.
Sobre el rol de las mujeres en el devenir de nuestra historia, Walter Simón Noris, miembro del buró provincial del Partido, resaltó su honda admiración por las que se han alzado como fieles defensoras de los ideales socialistas y planteó la necesidad de vigorizar, con la acción a la FMC “surgida de la palabra, la mente y el corazón de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz”. La mujer cubana, una esencia fundamental de la Revolución, más que belleza, más que delicadeza, es un ente imprescindible para su continuidad.