
La invasión de Oriente a Occidente por el General Antonio Maceo, significó uno de los acontecimientos más gloriosos de la historia de Cuba.
Han pasado 125 años desde que Antonio Maceo y Máximo Gómez, protagonizaran junto a sus hombres la invasión de Oriente a Occidente.
Partir desde Mangos de Baraguá el 22 de octubre de 1895, donde tuvo lugar uno de los momentos épicos de la Guerra de los Diez Años en Cuba, significaba mantener en alto el machete, hasta alcanzar la victoria.
A partir de ese momento, más de mil 700 kilómetros y una veintena de combates y la toma de varios poblados de la isla, les esperaron a lo largo del camino. Les tocaba apelar a la conciencia y una eficaz estrategia pues no había otro recurso frente a la fuerte logística de un numeroso y profesional ejército español, que además estaba dotado de un armamento más moderno y una fuerte protección detrás de fortificaciones y campamentos.
Maceo atravesó la manigua junto a sus hombres y lo hizo sin una sola baja cubana, a pesar del agotamiento, la mala alimentación y las piedras del camino que tenían calado los pies descalzos de la tropa, tras recorrer miles de kilómetros unas veces a caballo y otras a pie. Comenzaba así una nueva etapa en las luchas independentistas.

La Trocha de Júcaro a Morón, es hoy una de las edificaciones militares que forman parte de nuestro patrimonio nacional.

Los proteros de Lázaro López, hoy Monumento Nacional, fue el sitio donde se fundó el Ejército Libertador durante la invasi´´on de Oriente a Occidente.
Quedaron entonces en la memoria de esta epopeya, el paso de la peligrosa Trocha de Júcaro a Morón, edificación custodiada por los soldados españoles, el reencuentro con Máximo Gómez en la finca San Juan, cerca del lugar conocido como “Lázaro López”, la constitución del Ejército Invasor y la entrada triunfal a Mangos de Bauta.
Llevar la guerra hasta occidente constituía el eje central del proyecto de independencia, pues la guerra se ganaba o se perdía si entraba o no en la contienda, pues era necesario extender la lucha a todo el país y así lograr la unidad nacional.

El titán de Bronce y El Águila de la Trocha, conformaron un ejército de 4 mil efectivos, tres mil de ellos a caballo, y el resto en la infantería.
Fue así como bajo el liderazgo del Águila de la Trocha, del Titán de Bronce y otros generales como José Miró Argenter, Luis de Feria; Quintín Bandera; el coronel Joaquín Castillo Duany, el coronel Pedro Vargas Salvador Cisneros Betancourt entre otros patriotas , la invasión de Oriente a Occidente venció el regionalismo que antes provocó el fracaso de la gesta del 68 y logró su objetivo .
Pasados 52 años, la hazaña se reeditó para la historia.