En una declaración realizada ante la prensa nacional y extranjera, el doctor en Ciencias Luis Velázquez Pérez, presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, afirmó que «el informe no proporciona evidencias científicas de que existieran ondas de radiofrecuencia de gran intensidad en el área donde se ubicaron los diplomáticos», y calificó la tesis expuesta por los estadunidenses como una hipótesis «poco probable, y ciertamente no un hecho demostrado».
La Academia de Ciencias de Cuba discrepó sobre la conclusión final de las causas de los padecimientos, rechazó la politización del tema, e hizo un llamado a la colaboración entre ambos países para solucionar el asunto, que sirvió de pretexto para la retirada de la mayor parte del personal de la Embajada de EE.UU. en La Habana, en 2017.