“Sin canas ni arrugas y con el corazón tan puro y alegre como el de cualquiera de los niños y adolescentes que agrupa y representa”. Sonriente y rotunda, Rosa María Ramírez Montero, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, responde así a la pregunta de cómo llega ésta a sus 60 primaveras.
Y como para que nada quede en el tintero, ahora que el recuento se impone, esta granmense treintañera, maestra por vocación, guía de pioneros por amor y que, antes de que el deber la colocase al frente de la Organización, fue también su presidenta, primero en el municipio de Bayamo y, luego, a nivel provincial, añade:
“Llega a este cuatro de abril, además, con un prestigio inmenso y bien ganado, no solo entre sus miembros, sino en la sociedad, sus instituciones, el Partido, el Estado, el Gobierno, la ciudadanía, todos, que reconocen la importancia y valía de una organización de niños y adolescentes.
“Generaciones enteras han pasado por esa forja. Pioneros fueron la mayoría de los internacionalistas en África y también de nuestros campeones olímpicos. Lo fueron nuestros obreros, campesinos, intelectuales, los trabajadores de la Salud y las Ciencias, que son nuestro orgullo y esperanza, y cuantos a diario le plantan cara a la COVID-19 y al bloqueo genocida en todos los frentes de batalla.