Santiago de Cuba, la indomable ciudad heroica, se estremeció de dolor e ira el 30 de julio de 1957 al conocer el asesinato del joven líder de su lucha clandestina, Frank País García, y de su compañero de luchas, Raúl Pujol Arencibia, asesinados por las fuerzas represivas de la dictadura batistiana.
En medio de una encarnizada persecución, Frank y Pujol fueron sorprendidos ese día por una delación en el santiaguero Callejón del Muro. Al salir de la casa donde estaban a la calle, para proteger a la familia que los acogió, las fuerzas represivas los ametrallaron de inmediato. Cuando a la Sierra Maestra llegó la noticia de su muerte, el Comandante en Jefe, Fidel Castro expresó: «¡Qué bárbaros, los cazaron en la calle cobardemente, valiéndose de las ventajas que disfrutan para perseguir a un luchador clandestino! ¡Qué monstruos, no saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado!».
Desde la casa de su novia, América Domitro, en la Calle Clarín, partió el cortejo fúnebre que acompañó a pie los cadáveres de Frank y Pujol, y se extendió varias cuadras con madres vestidas de negro que desafiaron la presencia de la policía batistiana. Ese peregrinar hasta el Cementerio Santa Ifigenia será recordado siempre por los santiagueros y luego del triunfo del 1ro. de enero de 1959 quedó consagrada la fecha como el Día de los Mártires de la Revolución.
Por coincidencias de la historia, otro 30 de julio, pero de 1958 muere en combate en la Sierra Maestra otro grande de nuestra gesta, el Comandante René Ramos Latour, conocido en la clandestinidad como Daniel y quien había sustituido a Frank País al caer este asesinado un año antes.
El maestro Frank Isacc País García murió de cara al enemigo hace 64 años, cuando tenía solo 23 años y ya era el Jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio e integrante de su Dirección Nacional, había organizado el alzamiento del 30 de noviembre en apoyo a los expedicionarios del Granma, y brindó un apoyo vital a la guerrilla durante su primera etapa.
Nació en Santiago de Cuba, el 7 de diciembre de 1934, hijo de Francisco País, pastor de una iglesia bautista y de Rosario García, quien siempre lo apoyó en su lucha revolucionaria. Era el mayor de tres hermanos y, pese a los pocos recursos familiares, su madre se esforzó en darle una educación esmerada. Desde pequeño se formó en los más rectos y puros principios. A los 5 años de edad Frank queda huérfano de padre y ello influye en su carácter que madura extraordinariamente. Ayuda al sostén familiar y a educar a sus hermanos, aprende a tocar el piano y el órgano bajo la dirección de su madre y le gustaban mucho las artes y la literatura.
Se tituló como maestro en la Escuela Normal de Santiago de Cuba, donde ocupó diferentes responsabilidades hasta llegar a ser Presidente de la Asociación de Estudiantes de la Escuela Normal. Convertido en líder estudiantil dirigió manifestaciones juveniles, distribuyó propaganda antigubernamental, escribió artículos que condenaban a Fulgencio Batista y a quienes lo sustentaban en el poder, y al graduarse de maestro, creó una escuela para la superación de los obreros.
Al fracasar el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, cuando tenía solo 19 años, recorrió Santiago de Cuba tratando de encontrar supervivientes y ayudarlos. Elaboró luego un plan para rescatar a los moncadistas presos en la Cárcel de Boniato, pero no se ejecutó por falta de los recursos necesarios. En 1954 fundó una organización revolucionaria, Acción Liberadora Nacional, que propugnaba la lucha armada como solución al problema de Cuba.
En la Universidad de Oriente Frank realiza una intensa actividad revolucionaria, junto a Vilma Espín y otros compañeros. Ocupa el cargo de Secretario de la FEU, en la escuela de Pedagogía, integra el Comité pro reforma agraria, preside el Buró agrario y participa en el Comité de lucha contra el canal Vía-Cuba, proyecto imperialista de dividir la isla de Cuba en dos, como Panamá. En 1955 fue detenido acusado de actividades clandestinas, lo cual era cierto, pero no pudo probársele, por lo que quedó en libertad.
Renunció luego a su puesto como maestro para asumir la jefatura nacional de acción del Movimiento 26 de Julio (M-26-7). Al establecer Fidel Castro un pequeño núcleo guerrillero en la Sierra Maestra, Frank País garantizó el envío de suministros de armas, medicinas y hombres, lo cual permitió la supervivencia y el posterior desarrollo de la guerrilla.
En los momentos más difíciles de la guerrilla dirigida por Fidel Castro, en febrero de 1957 marchó a su encuentro en compañía de Haydée Santamaría, Faustino Pérez y otros miembros del de la Dirección Nacional del Movimiento para coordinar el apoyo desde el llano y llevar al periodista del New York Times, Herbert Matthews, a la presencia de Fidel. La publicación de la entrevista que el periodista hiciera al líder de la guerrilla echaría por tierra la propaganda batistiana basada en la supuesta muerte de Fidel.
Un mes antes de la muerte de Frank cayó combatiendo su hermano menor, Josué, y este le escribió, con profundo dolor, un poema A mi niño querido, donde le dice: «Cumpliste tu vida, tus sueños, moriste peleando y de frente …».
Así fue Frank País, guía y ejemplo, y por eso su pueblo lo recordará siempre.