Embajadores de acero, de Canadá a Cuba

Recientemente se anunció por la cancillería cubana la llegada al puerto de la Habana en visita oficial del buque patrullero de la Armada Real de Canadá, HMCS MARGARET BROOKE. Se produce en el contexto del octogésimo año de las relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre el país norteño y Cuba, así como el cincuenta aniversario de los vínculos de cooperación.

El navío pertenece a una serie recientemente introducida en la Marina Real Canadiense y su visita a nuestro país refuerza la colaboración bilateral para contribuir a la paz en nuestra región.

Sin embargo, el HMCS MARGARET BROOKE no es el primer embajador de acero canadiense que llega a Cuba, la visita de buques de esta armada ha sido frecuente en los últimos años.

El 21 de noviembre del 2016, oficiales de la Marina de Guerra Revolucionaria de Cuba (MGR) recibieron a los tripulantes del HMCS Fredericton, fragata de la Marina Real de Canadá que iniciaba una visita a la mayor de las Antillas.

Luego de la ceremonia oficial de bienvenida en el Puerto de La Habana, el embajador canadiense en Cuba, Patrick Parisot, significó a la prensa que se trataba de la primera embarcación militar de su país que viaja a la Isla desde 1950.

“Es un momento para subrayar las relaciones excepcionales entre los dos países, más de 70 años de relación diplomática ininterrumpida. Los próximos días serán muy importantes para fortalecer aún más esos nexos”, subrayó Parisot.

Por su parte, el comandante de la Flota Canadiense del Atlántico, comodoro Craig Baines, realzó la importancia de la presencia de la embarcación en Cuba, así como su entusiasmo por los encuentros con las autoridades de la MGR y el intercambio con ellas en temas como asistencia humanitaria y reducción de desastres.

La fragata “HMCS Fredericton”, con un desplazamiento de 4 mil 795 toneladas, arribó con una tripulación de 40 oficiales y 223 marineros. El programa de la tripulación incluyó un homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, en el capitalino Parque Central, un recorrido por el Memorial José Martí, de la Plaza de la Revolución, así como visitas a varios sitios de interés histórico y cultural en la capital.

El 30 de abril del 2018, llegaba a Santiago de Cuba en visita oficial la FRAGATA HMCS CHARLOTTETOWN, sin haberse cumplido dos años de la visita de la Fragata Fredericton.

“Después de muchos años sin la llegada de embarcaciones oficiales –destacó el Excelentísimo Señor–, la visita de dos en menos de 18 meses, marca claramente la disposición de estrechar los lazos existentes entre nuestros dos países”.

Construida en 1993 bajo el nombre de Su Majestad Charlottetown, la embarcación de 134,2 metros de eslora (largo) y 16,5 de manga (ancho), disparó a su entrada a la bahía 21 salvas de artillería en saludo a la nación cubana, que fueron reciprocadas en tierra con igual número de salvas por una batería de artillería del Ejército Oriental.

En la rada santiaguera acudió junto al Embajador al recibimiento, el Jefe del Estado Mayor de la Región Militar de Santiago de Cuba. Luego, la Jefatura intercambió en la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular con la secretaria de ese órgano y el jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria en el Ejército Oriental.

Luego de elogiar la belleza de la entrada a la bahía y la profesionalidad de las autoridades del puerto, el comandante del buque, Nathan Decicco, valoró esta primera visita a Santiago de Cuba como un paso muy importante en las relaciones entre las autoridades militares de las dos naciones.

Encabezados por el Excelentísimo Patrick Parisot y el Comandante Nathan Decicco, una representación de los 200 tripulantes, que incluyen 40 oficiales, inició su programa en tierra santiaguera con la colocación de una ofrenda floral en homenaje al Héroe Nacional José Martí, en el mausoleo que guarda sus restos en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia.

La Armada Real de Canadá volverá a tener puerto seguro en Cuba como símbolo de las buenas relaciones existentes entre ambos países, con vínculos diplomáticos ininterrumpidos y tras una pausa de 66 años, sus buques “embajadores de aceros”, volvieron a marcar las estrechas relaciones entre los pueblos canadiense y cubano.

Por Redacción del sitio

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