Después de acompañar al cementerio los restos de los caídos en el artero bombardeo del 15 de abril, una compacta multitud se congregó ante la tribuna erigida en la esquina de 23 y 12, en el Vedado, para escuchar las palabras de Fidel, quién responsabilizó al gobierno yanqui del traicionero ataque que había causado 7 muertos y 53 heridos, y señaló que el enemigo armaba y pagaba mercenarios para emprender acciones como esta en Cuba.
Cuando ese día, 16 de abril, un mar de fusiles levantados reafirmó la decisión de los humildes de nuestra patria, de marchar por la senda del socialismo, se estaba produciendo, como subrayó Fidel, un decisivo salto en la conciencia política del pueblo. Nuestro líder histórico dijo: “Ninguna victoria moral pudiera compararse a esta en el glorioso camino de nuestra revolución”.
El cumplimiento del Programa del Moncada fue abonando el terreno para que fructificara la semilla del socialismo. Las masas comprendieron que ese era el rumbo acertado, que la ideología más justa de nuestra época era el marxismo-leninismo, y que construir una sociedad sin explotadores ni explotados era el mejor tributo a los caídos por un futuro más digno para la patria.
Para transitar seguros por esa senda el pueblo contaría con un Partido único, que comenzaba a forjarse en aquellos momentos, y se convertiría, con el decurso de pocos años, en la aguerrida vanguardia de la clase obrera cubana: nuestro Partido Comunista de Cuba. El 16 de abril de 1961 es la fecha de su nacimiento.
Señores imperialistas: ¡Cómo les duele esto¡
Por: Israel Valdés Rodríguez
Cuba por Siempre 