Por: Marcos Torres. / Las Torres de Marcos
En el artículo anterior de este blog #Venezuela: ¿guerra perdida?, expuse mis criterios con relación a la derrota del PSUV, pero hoy quiero profundizar en lo relacionado a la actuación de los medios de comunicación masiva en Venezuela.
Parto del criterio nuevamente que más del 80 % de los medios de comunicación masiva en Venezuela son de la oposición y han aplicado allí, en la tierra de la que se dicen hijos, las más brutales técnicas de manipulación de masas a través de la comunicación, desde el nazismo alemán, con Goebels, hasta Bereshold y Lazarzfeld, teóricos de la comunicación contemporánea de más arraigo en los EEUU, como parte del positivismo imperialista avocado en los medios de comunicación. En Venezuela han seguido, con precisión matemática, las enseñanzas del imperialismo en esta materia.
Para ilustrar esto que afirmo, me referiré concretamente a los aportes de Goebels en materia de guerra psicológica, cuando introduce dos nuevos elementos definitorios al paradigma de comunicación de Laswell, los cuales se concentran en las intenciones del emisor y las condiciones del destinatario, todo a la luz de los efectos que se desee lograr.
Sobre la base anterior, y luego de intensas investigaciones en la materia, ensayadas por cierto a través de gobiernos proimperialistas en América Latina de la segunda mitad del siglo XX, Wilbur Schramm, teórico de la comunicación norteamericano, expone cuatro premisas básicas para lograr el efecto deseado, los que compararemos a medida que se expongan con la realidad venezolana de estos último días.
- “El mensaje debe ser diseñado y enviado de forma que atraiga la atención del destinatario”. Es ilógico (¡y “estúpido” además!) pensar que lo sucedido con los medios de comunicación durante la campaña en Venezuela no estaba previamente diseñado y organizado. Ejemplo: el ciudadano veneozolano pobre y su familia tiene hambre por la escasez (que la oposición creó). Si los anuncios se traducen en imágenes de comida desbordante cada cinco minutos acompañado de mensajes políticos capciosos, “subitum” atraerás su atención.
- “Debe emplear signos que se refieran a la experiencia común de la fuente y el destinatario, de manera que el significado pase de uno a otro”. Todo el tiempo tanto en la TV, como en la radio, como en la prensa plana, e incluso en las redes al servicio oligárquico, aparecían constantemente las imágenes de los anaqueles en las tiendas vacíos, sugiriendo (en algunos casos) y abiertamente (en otros) que la culpa del desabastecimiento era de “Maduro”, no ya del gobierno bolivariano, sino del presidente en particular, y además que él era el que acaparaba los productos.
- “El mensaje debe hacer surgir necesidades de la personalidad en el destinatario y sugerir algunos medios para su satisfacción”. Esto se tradujo principalmente en la necesidad de “SUBSISTIR” y el medio para lograrlo no sería otro que, literalmente, “VENDERSE”. Gran parte de los votos de la oposición en Venezuela fueron ganados casi a pie de urna, a cambio de bolsas de comida. Tristemente fue cierto.
- “La vía de satisfacción sugerida debe ser apropiada a la situación del grupo en el cual se encuentra el destinatario a fin de lograr la respuesta deseada”. Aclaro que el termino “deseada” no se refiere al destinatario, sino al emisor. Es por eso que (¿por arte de magia?) la “teoría de la comunicación imperialista” se imbrica con las teorías de Gene Sharp y la “guerra no convencional”. En este sentido se indujo que la vía de solución de los problemas y dificultades de la sociedad venezolana estaban con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y no con el PSUV.
Pero de por sí, estos preceptos o premisas no pudieron haber logrado el efecto deseado por la MUD. Veamos entonces a que me refiero desde el punto de vista teórico llevado a la práctica.
En este caso entra a jugar la teoría del norteamericano Bernard Bereshold, quién perteneciera a la División de Ciencias del Comportamiento de la Fundación Ford (miren bien eso: ¡el comportamiento humano al servicio de los intereses económicos!), la que se ubica en su libro “La comunicación colectiva y la opinión pública” en la página 299, cuando plantea que “algunas formas de comunicación colectiva, sobre algunas clases de asuntos, que se llevan a conocimiento de algunas clases de personas en ciertas clases de condiciones, tienen algunas clases de efectos”.
En cuánto a las “formas de comunicación colectiva” estas fueron escogidas teniendo en cuenta los sectores específicos: jóvenes, ancianos, pobres, clase media, etc., en dependencia de los intereses, gustos, aspiraciones y necesidades de cada uno, lo que al final representó las “clases de personas”.
Las “clases de asuntos” estaban claros desde el inicio de la guerra económica, la que fue “in crescendo” junto a la guerra mediática. Estos fueron la escasez y otros temas que no hicieron más que contribuir a la desconexión del pueblo con la realidad venezolana. Sólo unos pocos atisbaron a ver lo que realmente estaba ocurriendo y actuaron en consecuencia. Al final esto se convirtió en la retórica de la expulsión de Maduro del poder. Todo giró en torno a eso.
Las “ciertas clases de condiciones” (recordemos a Goebels) estaban diseñadas de antemano también. La oposición empujó a la economía bolivariana a la catástrofe a través del desabastecimiento, el “bachaqueo” y la subida de precios. Escondiendo la realidad a los más sufridos, levantaron las humillantes banderas de la traición al gobierno, enmascarados en una redención incierta, a través de todos los medios posibles y por todos los sectores de la oposición. Ellos no se dieron golpes.
Las “clases de efectos” han sido diversos, pero en su mayoría deseados por la MUD, donde el principal fuera la mayoría parlamentaria, que en este caso se volverá “parasitaria” de la riqueza venezolana y del propio pueblo que engañado (y también dejado engañar, y hasta traidor en otros casos) sufrirá las consecuencias de su “bien mal-información”.
Sólo faltaría citar a Lazarzfeld con la “teoría de los líderes de opinión” acuñada ya desde la segunda guerra mundial en los EEUU. Sobre esto, sólo decir que los líderes de opinión tan pretendidamente unidos de la MUD, ya empiezan a descuartizarse entre ellos, descalificando y desinflando un globo hinchado al calor de la mentira y la traición al pueblo.
Entiéndase este artículo como suerte de guía (si se quiere) para evitar nuevos errores en la construcción de la plataforma mediática revolucionaria, lo que redunda en lo expuesto en el mencionado artículo de mi autoría de hace apenas dos días: RADICALIZAR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVA EN VENEZUELA ES PRIORITARIO, YA SEA NACIONALIZANDO LOS QUE EXISTEN O CREANDO MEDIOS NACIONALES NUEVOS.
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