La inmigración pasó a ser nuevamente un tema candente en la política en Estados Unidos, sobre todo de cara a los comicios de medio mandato del seis de noviembre, pues Donald Trump está aprovechando el tema para ganar votos a favor de los republicanos.
Trump se ha valido de sus actos proselitistas en favor de los candidatos republicanos, para agitar el fantasma de la amenaza migratoria, tras hablar de una crisis en la frontera estadounidense con México y calificar la situación como una emergencia nacional.
El magnate también utiliza sus comentarios habituales mediante la red social Twitter, para llevar la política migratoria a la opinión pública estadounidense, antes de las elecciones de noviembre.
Foto: sputniknews.com
Analistas han advertido que Trump y sus principales asesores creen que el tema de la inmigración ilegal, uno de los más destacados durante su campaña presidencial triunfadora, es ahora crucial para animar a sus electores y motivar a los republicanos a acudir a las urnas.
Con la vista puesta en las legislativas del seis de noviembre, la campaña electoral anti-inmigratoria de Trump se ve favorecida por las dramáticas imágenes de la caravana de centroamericanos que se dirigen a pie desde México hacia Estados Unidos, y por las 108 personas que lograron escalar un muro fronterizo en Arizona.
La Patrulla de Fronteras difundió el pasado viernes un video del incidente en las cercas en las afueras de la localidad de Yuma, el mismo día en que Trump viajó a ese estado para participar en un acto proselitista en el que insistió en la necesidad de tomar medidas más severas en la frontera.
Sin embargo, lo que ha dado mayor prominencia al debate electoral es la actual caravana de migrantes centroamericanos que atraviesa Méxicocon rumbo a Estados Unidos, y que ha crecido a más de siete mil personas, en su mayoría procedentes de Honduras, pero se le han sumado también centenares de El Salvador y Guatemala.
No está claro cuántos de esos migrantes llegarán a la frontera estadounidense para pedir asilo, pues el viaje podría extenderse más allá de la votación en los comicios de medio mandato del seis de noviembre.
Ayer, Trump advirtió que podría ordenar a los militares que cierren la frontera sur de Estados Unidos con México. Pero los detractores de Trump sostienen que la idea de que se ha perdido el control fronterizo es una exageración y que los republicanos manipulan el tema con fines electorales, a escasas dos semanas de las elecciones.
En esa contienda estarán en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes más 33 de los cien asientos del Senado, así como más de una treintena de gobernaciones y cientos de cargos públicos a nivel estatal y local.
Serán los primeros comicios legislativos desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, y son considerados como un «referéndum» para el presidente y en los que los demócratas aspiran a hacerse con alguna de las cámaras del Congreso, ahora en manos republicanas. Una derrota republicana pondría a Trump al borde del abismo, mientras que una victoria, hundiría sin remedio a los demócratas.
El Partido Republicano controla actualmente los tres poderes del Estado: la Casa Blanca, las dos cámaras del legislativo y la Corte Suprema de Justicia, con su mayoría de cinco magistrados conservadores contra cuatro progresistas.
Tomado de: RadioRebelde
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