Escrito por Camila Moreno
Las propagandas difamatorias que ciernen alrededor de la imagen de los profesionales de la salud cubana, es obra de una de las más inhumanas políticas que han surgido a lo largo de la historia de la humanidad.
Los protagonistas de este circo, obvian los méritos reconocidos por organismos e instituciones internacionales a partir de nuestras disímiles muestras de apoyo incondicional ante el enfrenamiento a epidemias, fenómenos climatológicos así como el fortalecimiento del sistema sanitario de cada nación.
A esto se le suman las relaciones que se establecen con los pueblos, quienes a su vez bendicen las atenciones de nuestros especialistas de la salud.
La verdad se expande, porque en cada trinchera la representación del personal médico de Cuba ha fortalecido los principios que identifican la obra de la Revolución.
Nuestro Comandante en Jefe impregnó el humanismo como uno de los principios que debía exportarse por el llamado “Ejército de batas blancas” haciendo alusión al contingente de profesionales que cada año colaboran lejos de su familia para llevar alrededor del mundo el más noble de los derechos, la salud.
Tomado de Auca en Cayo Hueso
Cuba por Siempre 